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No es el amor quien muere...

No es el amor quien muere,

somos nosotros mismos.

Inocencia primera

Abolida en deseo,

Olvido de sí mismo en otro olvido,

Ramas entrelazadas,

¿Por qué vivir si desaparecéis un día?

Sólo vive quien mira

Siempre ante sí los ojos de su aurora,

Sólo vive quien besa

Aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

Fantasmas de la pena,

A lo lejos, los otros,

Los que ese amor perdieron,

Como un recuerdo en sueños,

Recorriendo las tumbas

Otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen,

Muertos en pie, vidas tras de la piedra,

Golpeando la impotencia,

Arañando la sombra

Con inútil ternura.

No, no es el amor quien muere.

Cernuda nos dice en este poema que el amor no se acaba, somos nosotros quienes, al no amar, morimos. Sólo vive la persona que ama. Y los que perdieron el amor no viven si no recordando lo vivido y a esta forma de existencia no se la puede llamar vida, según Cernuda.

Uno de los poetas más importantes de la Generación del 27, del exilio y homosexual, nos decía, ya entonces, que las personas que no aman pasan por la vida, sí, pero no la viven.

Hoy, día del Orgullo celebremos y respetemos el derecho a amar y ser amado.

Fuente: IFR Group

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