En los últimos años, han ido cerrando su actividad longevos establecimientos comerciales y de servicios singulares en los centros de las ciudades españolas, principalmente motivados por el incremento de los alquileres tras la disolución de las “rentas antiguas”. Establecimientos históricos que confieren identidad local y singularidad propia a cada ciudad, frente al actual proceso de homogeneización de la oferta comercial en las ciudades, con presencia de las mismas marcas comerciales, ya sean franquicias o redes sucursalitas de conocidas firmas.
Dado que la problemática es similar en todas las ciudades, se ha extendido la denominación “Establecimientos Emblemáticos”, para iniciarse diferentes iniciativas de apoyo a estos tipos de establecimientos por parte de los ayuntamientos. Establecimientos que destacan no sólo por el valor patrimonial de su arquitectura o decoración, sino también por su conexión con la historia y cultura local de la ciudad, siendo referentes e iconos para muchas generaciones de residentes y visitantes, y por tanto un elemento más de diferenciación y singularidad propia.
Establecimientos históricos tanto de comercio, como de servicios, que han formado parte del paisaje urbano de los centros urbanos durante muchas décadas, algunos de ellos negocios centenarios. Comercios como antiguas boticas, pastelerías, ultramarinos, camiserías, librerías o relojerías. Comercios en los que aún permanecen antiguas especialidades como sombrererías, abanicos o mantones de manila, que se entremezclan con comercios singulares enraizados con las costumbres locales y sus artesanos, como guitarreros, alfareros, arte sacro u obradores con dulces locales.
La ciudad impulsora del apoyo a los establecimientos emblemáticos fue Barcelona, dada la preocupante situación de perdida de comercios históricos en la ciudad condal desde años atrás. Su ayuntamiento puso en marcha el Plan de Protección y Apoyo a los Establecimientos Emblemáticos, dentro del Plan Especial de Urbanismo de Protección de la Calidad Urbana. Que contempla un catálogo de protección arquitectónica, histórica y paisajística de los establecimientos emblemáticos de Barcelona. La medida es principalmente de protección cultural, a la vez que se presta un servicio de atención integral y apoyo a la viabilidad del negocio, desde el 2015, para ponerlos en valor y evitar, sino frenar, la perdida de dichos establecimientos como seña de identidad local. Otras ciudades que también han iniciado acciones similares en apoyo a sus comercios históricos son Valencia, Santiago de Compostela y Palma de Mallorca, siendo esta última la que ya ha creado un catálogo de establecimientos para iniciar acciones de fomento.
Pero como decíamos la iniciativa más desarrollada es en Barcelona, cuenta en materia de promoción con publicaciones, definición de rutas y webs en apoyo a la difusión de los establecimientos emblemáticos catalogados en Barcelona. La propia catalogación permite un elemento de distinción con la identidad gráfica creada para poder ser identificados como establecimiento emblemático. Cuentan con una asociación de empresarios que aglutina a los negocios catalogados, pero los recursos de promoción y difusión son de carácter público. Aunque abarca todo el municipio de Barcelona, hay también actuaciones de promoción en zonas comerciales como en el Distrito de Gracia, como su ruta de Comercio Singulares.
Desde Auren, hemos asistido en la ciudad de Sevilla a la puesta en marcha de una nueva iniciativa de apoyo al comercio histórico local, en esta ocasión, con la diferencia de tratarse de una iniciativa desde el ámbito empresarial, siendo promotor la Cámara de Comercio de Sevilla, a la que se suma el ayuntamiento de Sevilla, y en la que colaboran asociaciones sectoriales de empresarios de la ciudad. Nuestra labor ha sido definir la creación de un distintivo como Establecimiento Emblemático de Sevilla, los requisitos que han de cumplir lo candidatos y el procedimiento para la obtención del distintivo, incluyendo novedades tanto en las tipologías de establecimientos, como en la valoración de los mismos, poniendo en valor no sólo aspectos patrimoniales, sino también culturales de singularidad local, que los hace únicos.
En los centros históricos monumentales de renombre internacional, como es el caso de Sevilla, los comercios locales son también un reclamo por su singularidad local, que los turistas desean visitar como experiencia más allá del típico souvenir. Son seña de identidad para local, viéndose reflejado en ellos su cultura y sus tradiciones, algunas de ellas centenarias. Pero también de productos gastronómicos y de artesanía local, que también son parte del patrimonio cultural de la ciudad, y que tiene en estos establecimientos su encuentro y disfrute. Patrimonio histórico y cultural que hace única la ciudad, para quienes la viven y la visitan.
Juan Antonio López, Socio Auren Consultores
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