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Medir el talento no es tarea sencilla. Para un matemático no cabría duda: todo lo que existe se puede medir. Por tanto, si el talento existe, sí se puede. Aunque parezca extraño, todavía hay algunos eruditos que desprecian el talento a tal condición. A la propia inexistencia. Se confunde, quizá. Con ingenio. O inteligencia. Habilidad. Capacidad. Don.

Si salen a la calle y preguntan a tres personas al azar nadie dudará en contestar esta sencilla pregunta: ¿qué es el talento?

Pero estoy seguro de que cada uno lo explicaría de un modo diferente. Y todos ellos saben perfectamente lo que es. Aunque harán un cóctel conceptual con “todo eso que hace a uno bueno o mejor en algo que cualquier otro”. Sus definiciones irían por ahí. No es un concepto raro ni desconocido. Nuestra sociedad está asentándose sobre este concepto: supongo que el talento, si estuviese en Bolsa, sería un valor al alza.

Así que, por un lado, tenemos el talento. Por otro, la medición.

Vamos con el talento. A menudo estamos bombardeados por este concepto a través de las redes, la televisión. Los ‘talent show’. Reality TV. La publicidad. Y todos esos millones de vídeos por internet donde la gente muestra sus ‘habilidades’: el que lanza una moneda al aire y cae de canto. El pájaro que canta ‘la cu-ca-ra-cha’. Y cosas por el estilo.

¿Lo han acertado, verdad? Eso nada tiene que ver con el talento.

Para muchos, el talento es un don innato, propio de ciertos iluminados con capacidades desde la infancia que siguen asombrando al resto. Se atribuye el talento para ciertas artes como la música, la pintura o la literatura, pero creo que aquí es cuando se mezcla con un concepto más acertado para tales atributos: el don. El talento es otra cosa. El propio y exclusivo de una persona dentro de una empresa u organización. Cuando es una capacidad que puede aprenderse y desarrollarse para llevar a cabo una tarea determinada. El que aprende rápido. El que sabe por tener facilidad de asimilación y ansia por el propio conocimiento.

El talento se puede medir y calibrar, se puede extraer, se puede potenciar y hasta se puede compartir. Y en muchas empresas están observando el potencial que tiene el talento aplicándose con ciertos criterios que fomenten la eficacia y la eficiencia de una empresa.

Son varios representantes de algunas importantes empresas a nivel nacional e internacional los que han analizado este concepto, acercándonos al talento sin prejuicios, tratando de profundizar más en sus posibilidades, así como en los retos y la eficacia que el talento puede tener para esta sociedad del siglo XXI.

El Director General de Wiquot y Microaltor, David Navarro, considera el talento como la vía hacia el éxito. Y añade que es la capacidad de concentrarse en lo que debe hacerse en un momento determinado.

Para José Vicente Navarro, Director de Formación e Instituto de Norauto, aporta sobre el talento el aspecto de voluntad. Es decir, la necesidad de que una persona quiera poner en marcha sus habilidades para aportar ese plus a la empresa o a su propia vida.

Isabel García, Directora de Desarrollo del Talento en Aquaservice, sugiere que el talento debe contener tres aspectos: conocimiento, habilidad y actitud. Y considera que el talento no es producto de unos pocos iluminados sino que puede desarrollarse con ayuda de motivación y competencia.

El Director de Recursos Humanos en Marina Salud, Carlos Hermoso, profundiza en el propio entorno. Es decir, considera que la existencia de una cultura organizativa hace posible, facilita e incentiva el propio desarrollo del talento.

Por parte de la Directora de Recursos Humanos de Keraben, Lucía Ortiz, el talento sería la facilidad para aprender, para ir más allá de lo convencional, romper paradigmas: el que posea esta cualidad será capaz de hacer posible lo imposible y nunca dará por sentado lo evidente.

El talento no es ninguna utopía. Está ahí. En la mayoría de nosotros. En algunos aflora; en otros, no. Por eso nuestro empeño en medir el talento a través de un programa informático que puede ser de gran utilidad para las empresas. En Equipo Humano creemos que el talento existe y que, por tanto, se puede medir.