Consultoría & Consultores

Si ostentas el cargo de director financiero o CFO, ocupas una posición de relevancia estratégica en tu empresa. No de manera única, pero sí de forma especial, tú más que nadie has de estar atento a lo que sucede en el mercado. Es tu responsabilidad el crecimiento financiero de tu organización. Además de velar por el cumplimiento del plan financiero y de unos ratios financieros saludables para las cuentas anuales y trimestrales, tienes que ser el primero en detectar tendencias, cambios de rumbo y factores determinantes que puedan condicionar el desarrollo de la actividad empresarial. De este modo, estarás más preparado para ocupar un puesto privilegiado y competitivo, en un futuro a corto y medio plazo.

El terreno político, económico, legal, tecnológico y social configuran un caldo de cultivo cambiante que puede modificar ostensiblemente las condiciones de trabajo, los límites, las nuevas exigencias y los retos a acometer en el 2019. Estas son tres pistas de contextos y realidades que debes vigilar, para vadear el temporal de un mercado caprichoso y convulso.

1. Un ecosistema dominado por la disrupción y el cambio

El entorno en el que se desarrolla el trabajo empresarial es más cambiante e sinuoso que nunca. De manera permanente aparecen nuevos competidores, con roles más proactivos y agresivos, en algunos casos; la información se dispersa de manera fractal en tiempo real, permitiendo también el acceso inmediato y el trabajo en red.

De hecho, el software de gestión financiera se ha convertido en una herramienta que otorga un importante valor competitivo y comienza a ser un must en muchos sectores; las criptomonedas suponen un nuevo escenario, hasta hace pocos años totalmente desconocido. Actualmente condicionan por completo al sector bancario y deben ser un elemento a dominar, por parte de cualquier CFO mínimamente preocupado por el futuro.

Estos y otros condicionantes conforman un ecosistema donde tiene mucho protagonismo la tecnología. Por eso, el software de gestión financiera no es únicamente una «moda» o una tendencia pasajera. La cantidad de labores, funciones, procesos y dinámicas en las que aportar valor gracias a su utilización puede ayudar a desmarcar positivamente a tu organización. La revolución tecnológica no sólo comporta oportunidades y horizontes abiertos para las finanzas empresariales. También implica un terreno pantanoso para todo aquel director financiero poco dispuesto a codearse de manera natural con la disrupción y habituado a las innovaciones y al pensamiento «out the box».

2. Inestabilidad política y restricciones regulatorias

Los escenarios políticos de importantes actores internacionales como el Reino Unido o los Estados Unidos también condicionan la perspectiva con la que el CFO debe afrontar sus acciones. Sobre todo, si algunos de sus objetivos están más allá de las propias fronteras.

El marco político y económico establecido por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, con el Brexit, y la tendencia al proteccionismo y la hiper regulación de la administración Trump — o la retirada de EE.UU. del Acuerdo de Asociación Transpacífico, por ejemplo — van a condicionar tremendamente a todos los mercados este año.

Semejante impacto puede asociarse a la MiFID II — directiva europea que regula los mercados financieros —, la nueva versión de la ‘Normativa de Basilea’ o la directiva PSD2 para desarrollar los pagos electrónicos. Este nuevo marco regulatorio y la inestabilidad política global obligarán a los directores financieros a estar más informados que nunca, además de capacitados para reaccionar ante nuevas realidades.

3. Ciberseguridad

Ya hemos hablado del desarrollo tecnológico, así como de la implantación de nuevas herramientas de software para la gestión financiera. Este desarrollo implica, al mismo tiempo, nuevas amenazas y riesgos en la seguridad. En la ciberseguridad, para ser más exactos. Estos nuevos riesgos comprometen la estabilidad de los nuevos modelos de negocio. Para evitar esto, el director financiero debe trabajar de manera estrecha y continuada, como uno solo, junto al CIO (Chief Technology Officer). De la coordinación y fluidez del trabajo de este tándem dependerá que los potenciales riesgos en ciberseguridad no comprometan el grueso del trabajo de la compañía.

Enrique Ruiz Martín

Key Account Manager en Talentia Software