El estado de ánimo de la persona al volante se analiza mediante técnicas de reconocimiento facial, sensorización biométrica y parámetros de conducción, que se combinan con algoritmos de aprendizaje automático que definen los valores de excitación y positividad/negatividad en las emociones del conductor.
La adaptación sensorial combina color ambiental, proyección de luz, música, aroma y la estimulación de las manos. Igualmente, a través del algoritmo de machine learning, se adapta la respuesta del vehículo a cada conductor en un proceso de aprendizaje continuo.
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