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Mamparas de separación y señales de distanciamiento, intercambio digital de documentos con los clientes o turnos de trabajo con periodos de desinfección guiarán los protocolos de actuación según TÜV SÜD

En el marco del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y ante el nuevo contexto laboral que plantea el coronavirus, una de las grandes industrias que ya ha empezado a reinventar sus procesos de fabricación y distribución es la automoción. Para recuperar el ritmo después de más de un mes paralizados, tanto las plantas de producción como los concesionarios y los talleres de reparación han empezado a diseñar protocolos de actuación para volver a la “normalidad” con todas las garantías de seguridad y protección tanto para empleados como para clientes.

Según Salvador López, director de Desarrollo de Negocio de la división de automoción de TÜV SÜD en España y Portugal, “cada sector tendrá que adaptar su protocolo de actuación frente al COVID-19 teniendo en cuenta las particularidades de sus procesos. Es indudable que la vuelta a la actividad tal y como la conocíamos será complicada ante las nuevas necesidades de distanciamiento social”. A este respecto, añade, “los fabricantes de vehículos ya han empezado a aplicar turnos de trabajo en las plantas de producción que incluyen paradas destinadas al saneamiento y desinfección de las instalaciones físicas, así como de la maquinaria o utillaje que utilizan sus operarios. Lo mismo sucederá en el caso de los concesionarios, afectando al proceso de venta en las exposiciones, en aspectos tales como las pruebas dinámicas (el asesor ya no podrá sentarse a la derecha cliente), el recorrido alrededor del vehículo (deberá garantizar distancia física), o la configuración de la oferta en mesa con el asesor”.

A efectos del mantenimiento de los vehículos, el proceso también ha cambiado. “Dentro del taller, más allá de las medidas de higiene habituales como son el cubrevolante y el cubreasiento, no se contemplaban medidas adicionales. Ahora tendremos que aplicar técnicas de desinfección que garanticen que el vehículo está libre de virus o bacterias, debiendo hacerlo tanto a la recepción como a la entrega del vehículo. Todo esto traerá consigo una lógica ralentización de los procesos reduciendo capacidad productiva, pero a su vez también ofrecerá más seguridad y protección tanto al cliente, como al empleado del concesionario”, explica López.

Detrás del problema hay oportunidades y en este caso, asegura, “las medidas adicionales de higiene que ha traído consigo el COVID-19 ayudarán a garantizar la seguridad del servicio e incrementarán el grado de satisfacción del cliente. Aunque algunas medidas desaparecerán con el paso del tiempo, otras han llegado para quedarse como, por ejemplo, la mencionada desinfección de los vehículos mediante la utilización de ozono, técnica no muy extendida hasta el momento. Además, también asistiremos a un nuevo cambio en las tendencias. Los transportes colectivos o la utilización de coches compartidos pueden empezar a perder fuerza, en favor de la recuperación del uso de vehículos propios, bien sea por miedo, o como medida de precaución de los conductores”.

Nuevas medidas de seguridad en la distribución y venta de vehículos

Desde TÜV SÜD, compañía líder internacional en soluciones de seguridad, han definido una serie de recomendaciones especialmente adaptadas a concesionarios y talleres de reparación y mantenimiento de vehículos. Para recuperar la confianza y la actividad de estos servicios, “hemos definido un protocolo de actuación frente al coronavirus que garantice que están libres de contagio o, al menos, que proporcionen las medidas necesarias para evitarlo. Todo ello definiría un escenario covid-free”.

Para garantizar la seguridad de las personas, “planteamos una serie de medidas que incluye a empleados y clientes, bien sean de exposición o de un taller, ya que necesitan comprobar que se han tomado las medidas necesarias para proteger y mantener su seguridad, así como garantizar la sostenibilidad de las medidas en el tiempo. Desde los equipos de protección individual y la señalización de las distancias en todos los espacios de trabajo, hasta un protocolo para el seguimiento de la salud de los empleados con varios controles de temperatura o detección de síntomas. Además, recomendamos la designación de un responsable para la revisión y el cumplimiento de estas medidas, el establecimiento de protocolos ante casos sospechosos o positivos y las medidas para actuar ante los objetos que entren en el concesionario como, por ejemplo, los recambios, el vehículo del cliente, las llaves, etc.”

En cuanto a la seguridad de los procesos, “creemos que hay que revisar todos aquellos susceptibles de contagio o transmisión, por ejemplo, la argumentación alrededor del vehículo, las pruebas dinámicas, la configuración de la oferta en la mesa de atención al cliente o el intercambio de documentos”, expone el experto. Por su parte, para las tareas de mantenimiento que se llevan a cabo en el taller, “habrá que estudiar la entrega y devolución del vehículo o la manipulación dentro del propio espacio. Por ejemplo, contemplamos la ubicación de mamparas, nuevos turnos de trabajo, protocolos para la manipulación e intercambio de objetos, así como el proceso, periodicidad y limpieza de máquinas y herramientas y el modo de desinfección de las áreas comunes”.

Por último, añade, “también creemos importante reforzar la seguridad de las medidas de higiene incorporando las técnicas y los productos más efectivos sin atentar contra la salud. A este respecto, proponemos verificar los productos a utilizar y su salubridad para la salud personal, así como los contratos con proveedores debidamente habilitados o la adecuación al uso y el cumplimiento de la legalidad vigente de los equipos de protección individual correctamente homologados y certificados”, asegura el experto.