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El compendio masivo de datos se postula como una buena fuente para optimizar rentabilidades en el sector del turismo. En el Forum TurisTIC, celebrado el pasado mes de abril en Barcelona, se estipuló que el número de turistas que viajaron por ocio en 2012 fue de 1.100 millones. La mayoría de ellos portan en sus desplazamientos dispositivos móviles como smartpohenes o tabletas. La hiperconexión de los expedicionarios ofrece la oportunidad de analizar sus experiencias y ofrecerles propuestas de acuerdo con sus intereses.

El jefe del grupo de I+D Movilidad y Energia de Barcelona Digital (la empresa organizadora del evento), Marc Torrent, destacó que “el tratamiento inteligente de datos se está potenciando mucho más desde el último año porque se ha detectado el gran potencial que tiene.” Según Torrent, “a día de hoy existen unos 3 zettabytes (3.000 millones de terabytes) de información, el 90% de los cuales se ha creado en los últimos dos años.” Es en este momomento, pues cuando “las tecnologías que permiten recopilar grandes cantidades de datos de diferente procedencia y formato para analizarlos en un mismo sistema están facilitando mucho a los gestores turísticos la toma de decisiones informadas.”

La principal arma que el Big Data ofrece al sector turístico es la personalización de la oferta. Las técnicas de inteligencia artificial permiten a la tecnología elaborar perfiles de usuarios definidos, a los que se presentan recomendaciones de forma automática de acuerdo a sus preferencias. Además, permite hacerlo en adaptación al tiempo real del contexto.

El centro tecnológico Barcelona Digital tiene en desarrollo el proyecto PISTA, todavía en fase piloto. Consiste en una plataforma de servicios para dispositivos móviles que muestra sugerencias en tiempo real de ofertas culturales y de ocio según las preferencias del usuario. El programa incluye aspectos como posibles dificultades auditivas, visuales o motoras de usuarios con deficiencias o de personas mayores.

El perfil de usuario hacia el que se dirige el producto se empieza a conocer entre los expertos como “el viajero conectado”. El fundador de la start-up ConnectedtoGo Javier González Soria, managing Director de Google Travel durante seis años, recuerda las fases que experimentan los viajeros en la actualidad y que implican a las plataformas digitales: inspiración, búsqueda, reserva, vivir la experiencia y compartir la experiencia (lo que puede servir de inspiración para otros turistas y así retroalimentar el ciclo).

La estimación es que en el año 2017 habrá ya 2.000 millones de turistas que adoptarán este comportamiento, según el mismo González-Soria. Los principales activos serán los viajeros nacidos entre 1981 y 1995, una generación que acostumbra tanto a recibir información como a compartirla desde los dispositivos móviles en tiempo real. Una de las comodidades más importantes que deben ofrecer los establecimientos turísticos es, por lo tanto, una buena conexión wifi a internet para que los viajeros puedan estar en línea durante las fases de la experiencia y el compartir impresiones en tiempo real.

La mánager de innovación de Telefónica Digital, María José Tomé, convino que “los terminales móviles son los auténticos sensores del sector” a la hora de aportar información valiosa sobre la actividad que el turista desempeña en cada destino así como segmentarlos según criterios como por ejemplo el país de origen.