Muchas organizaciones tienen a menudo problemas para definir correctamente una estrategia de computación en la nube o para vincularla eficientemente a su estrategia comercial. En consecuencia, tienen dificultades para generar valor añadido gracias a este tipo de tecnologías. Por ello es importante que la persona que lidere la migración a la nube tenga claro los beneficios que pretende conseguir: mayor eficiencia operacional, flexibilidad, agilidad, mejorar la generación de ingresos, reducir los costes tecnológicos, incrementar la seguridad…etc.
La computación en la nube ha llegado para quedarse como un elemento clave de la estrategia corporativa, y no únicamente como una estrategia tecnológica. Todas las dudas que las grandes empresas pudieron tener en su día cuando estas tecnologías emergieron hace una década han sido disipadas por su eficiencia y utilidad, alcanzado un alto nivel de madurez que puede ser demostrado por tres formas: nivel de adopción, gama de beneficios y sofisticación tecnológica.
Las organizaciones ya se están beneficiando de los servicios Cloud y muchas siguen una estrategia “cloud first”, es decir, ante un nuevo proyecto tecnológico valoran en primera instancia soluciones en la nube frente a métodos “in-house” o alternativas tradicionales de externalización. Esta estrategia ha sido la norma en start-ups durante algún tiempo y han demostrado su efectividad. Las empresas de mayor tamaño han tomado nota y seguido con su ejemplo.
Los servicios cloud públicos en la nube han demostrado ser más populares entre pequeñas y medianas empresas (PyME) que los sistemas privados debido al mayor espectro de beneficios que ofrece. Por su parte, muchas grandes organizaciones, especialmente aquellas en las que la seguridad es determinante, como bancos, tienden a apostar por servicios privados en la nube, o por sistemas híbridos debido a la seguridad adicional que garantizan.
Los sistemas en la nube públicos, privados e híbridos ofrecen funcionalidades flexibles y escalables “as-a-service”, sin requerir los grandes costes económicos, ni los conocimientos técnicos, ni el mantenimiento que supone construir una arquitectura propia dentro de la empresa.
El concepto “as-a-service” hace referencia a la externalización de diferentes soportes y datos en servidores de una compañía proveedora de servicios en la nube -Cloud Service Provider (CSP). Los tres modelos fundamentales “as-a-service” en el el campo del cloud computing son:
Elegir el proveedor de software adecuado es importante, por lo que es necesario llevar a cabo una investigación de mercado para asegurar que los servicios ofrecidos cumplen los requerimientos individuales del cliente.
La tecnología utilizada en los sistemas de computación en la nube es cada vez más sofisticada. Por ejemplo, la inclusión de sistemas de reconocimiento automático de voz (ASR) y sistemas de interpretación natural del lenguaje (NLI) permiten a los ordenadores comprender frases y textos, sin necesidad de utilizar comandos de programación. El ordenador, por su parte, puede comunicarse con la persona utilizando lenguaje humano. Esta forma de Inteligencia Artifical (AI) es conocida como interfaz conversacional y ha dado lugar al surgimiento de robots conversacionales o “chatbots”.