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Estamos inmersos en una era de cambios y transformaciones constantes que hacen que nuestro escenario sea muy diferente al de no hace muchos años atrás… especialmente en las empresas están cambiando muchos paradigmas y entre ellos hay uno que empieza a apuntarse como una de las piezas claves de la sostenibilidad a medio y largo plazo: hablamos de la colaboración, de la inteligencia colectiva y el aprovechamiento real y compartido del conocimiento presente en la empresa (en cada una de las personas que la integran).

Está de moda hablar de colaboración… las empresas se están apuntando a ese carro aunque no todas están sabiendo colocar y construir los cimientos necesarios para que esa colaboración sea eficaz y permita abordar y generar proyectos de más calidad y crear equipos más eficientes junto con ambientes laborales más sanos, lo que a su vez incrementa la productividad y favorece la retención del talento.

Son 3 los factores básicos para una adecuada cultura de colaboración:

  1. Un alto grado de compromiso
  2. Un objetivo unificador y compartido
  3. Una estructura que permita la comunicación, la participación y el trabajo en equipo.

Los líderes del siglo XXI necesitan sentirse cómodos con una cultura de colaboración, lo que no está reñido con una cultura de competencia cuando fuere necesario; de hecho una habilidad a cultivar es la de saber en qué momentos es más apropiada una u otra cultura y saber alternarlas.

¿Por qué desarrollar una cultura de colaboración?… Son varios los beneficios que le reporta a la empresa y a las personas de dichas empresas:

  • maximiza el talento de los socios y empleados
  • potencia la energía de los equipos
  • pone en marcha procesos de innovación porque favorece la capacidad creativa de las personas
  • genera un crecimiento empresarial exponencial
  • se genera una verdadera cultura de proactividad y dinámicas más saludables.

En cualquier caso, y si de verdad queremos establecer o promover una verdadera cultura de colaboración en nuestras empresas es preciso que tengamos en cuenta varios aspectos importantes:

  • todos los directivos de la empresa deben liderar con el ejemplo e internalizar el objetivo de hacerse innovadores a través de la colaboración, teniendo muy presente los beneficios que esta política tiene a medio plazo sobre el balance de resultados de la empresa.
  • se necesita generar una cultura de confianza que se traduce en valorar todos los esfuerzos como una experiencia de aprendizaje, más allá de que el resultado de los mismos sea o no óptimo. Los miembros de un equipo estarán más dispuestos a proponer ideas nuevas si tienen la seguridad de que, cuando algo no funcione como estaba previsto, eso no les afectará negativamente.
  • se necesita una planificación para favorecer la transformación; explicar el que y el para qué de los cambios, apoyar los cambios con tecnologías adecuadas e involucrar a todas las personas en el proceso de averiguar cómo hacer que funciones bien la colaboración.
  • los líderes necesitan practicar y desarrollar una cultura de “beneficios compartidos”… si queremos que los profesionales participen de estos cambios, necesitamos poder responder a la pregunta de “que beneficios me aporta esto?”… Y ser muy consistentes y perseverantes en la toma de conciencia de esos beneficios hasta que sean ya parte de la cultura
  • es necesario generar credibilidad: explicar muy bien los “para qués” y cumplir los compromisos prometidos, y entender que cada persona tiene un ritmo de aceptación (dentro de unos límites razonables) de los cambios.
  • es pieza clave una comunicación activa y eficiente…empezando por las propias reuniones que deben convertirse en un foro de eficacia y eficiencia: planearse cuidadosamente y con un objetivo claro.
  • se requiere un sistema de seguimiento de las acciones derivadas de la colaboración así como una política coherente de reconocimientos de los esfuerzos de colaboración.

Puede parecer algo idílico visto desde algún ángulo, especialmente si hablamos de empresas más conservadoras o con estructuras muy rígidas, pero se ha demostrado ya que las estrategias de colaboración incrementan las ventas, crean oportunidades innovadoras, mejoran el servicio y reducen los gastos… ¿Necesitamos aun más razones para apostar por este cambio ya, aquí y ahora?…

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Coaching

Fuente: Coaching para tu Liderazgo

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