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Una vez alcanzado el "Acuerdo por la paz social y la nueva Constitución" hace ahora más de quince días en Chile, nuestro deseo era volver a dedicar este espacio a lo que siempre hacemos, hablar sobre las oportunidades de comercio e inversión en un entorno seguro y amigable como ha sido esta nación en los últimos treinta años.

Así, nos habríamos referido más en detalle al informe acerca de Chile de una de las clasificadoras de riesgo-país más seguidas por grandes y medianos inversores como es Moody’s. Fue dado a conocer de forma pública a más de un mes del inicio de los disturbios cuyo objetivo último en este momento son de muy difícil categorización.

¿Qué dice Moody’s? Habla de tres sostenes primordiales que le han llevado a mantener el rating soberano de Chile en A1 y con perspectiva "estable". Es decir, no ha caído. Resalta de la patria construida por todos: (1) una deuda pública "comparativamente baja" y "amplio acceso" a financiamiento. (2) Acentúan una "significativa libertad financiera" debido a la acumulación de activos, y (3) Remachan "larga historia de prudencia macroeconómica y de política fiscal".


Además, estiman un crecimiento potencial del 3% en el mediano plazo, "a medida que los precios del cobre se moderan y la productividad se mantiene rezagada". Atendiendo a los acontecimientos a los que nos enfrentamos ratifica la fortaleza chilena y su condición de plataforma.

También, nos detendríamos en los intercambios comerciales de Chile con el mundo. Entre enero y septiembre de 2019 tocaron los 105.433 millones de dólares un 5,2% menos que en el mismo período del año precedente, influido principalmente por la disputa estadounidense - china. Asimismo, tendrían infinidad de detalles tanto de lo macro como de lo micro, particularmente, que China, se convirtió en el principal receptor de los productos agrícolas chilenos acercándose a los 1.500 millones de dólares un 17% más en este lapso de tiempo. Añadiríamos que Asia es el destino preferente de los productos mineros nacionales y el segundo de los embarques industriales.

Contaríamos que Morgan Stanley posiciona a Brasil, Chile y Colombia entre los principales mercados de renta variable de América Latina para lograr un repunte en el crecimiento económico y una recuperación global en los próximos trimestres.

En materia minera le habríamos contado la respuesta del ministro del ramo a un inversor minero que no conoce el sector local. “Chile es un país serio, es un país donde tenemos una historia de respetar las reglas del juego, y tener reglas claras y permanentes, y si bien es cierto hay quienes han levantado temas respecto a la minería, hoy en este mes la minería ha tenido muy pocos trastornos”, indicó el ministro. Añadió que pese al estallido social que se vive en el país, hay una historia incontrovertible de seguridad en la industria minera chilena.


Pero lo relevante, triste y lamentable han continuado siendo los desmanes destructivos acaecidos a diario en las distintas ciudades del territorio sin control alguno, impidiendo que la actividad en su conjunto retome su normal funcionamiento.

Los diversos estamentos de la institucionalidad chilena están volcados en la búsqueda de una salida pacífica a los acontecimientos y dentro de la legalidad vigente. No obstante, el orden público aún sigue en el aire, lo cual en cualquier momento podrá obligar a la dirigencia política a tomar medidas más drásticas para poner fin al conflicto insurreccional.

Son cada vez más los que ven tras estos acontecimientos algo que nada tiene que ver con demandas sociales, desigualdad o inequidad. Los destrozos habidos en el Metro de Santiago tienen toda la apariencia de un ataque terrorista y el comportamiento observado en las marchas hasta este momento responde más a tácticas de índole extremistas que de protestas por demandas legítimas.

El Ministro de Relaciones Exteriores Teodoro Ribera, de Chile, en su reciente visita a Japón para tomar parte en el G20, intervino mencionando como causas de la explosión social vivida, en muchos casos respondería, a que el éxito del caso chileno no ha llegado a todos. Apuntó, que los costos de vida suben, las pensiones y sueldos no alcanzan y carencia de servicios públicos de calidad en materias de salud y educación. Agregó, que el gobierno está trabajando vivamente en una Nueva Agenda Social para hacer frente a las peticiones más urgentes dirigido de los más vulnerables.


Igualmente, en la Organización de Estados Americanos (OEA), a petición de Chile, el Secretario de Estado se reunió con su Consejo Permanente, a quienes informó en parecidos términos a lo señalado en el G20. Complementó sus explicaciones indicando que “los hechos que ocurren en Chile no están confinados a nuestras fronteras”.

Al concluir, decirles que llama la atención las campañas de desinformación salidas de Venezuela a través de redes sociales. Existen envíos de 1.1 millones de mensajes dedicados a las protestas en el extremo sur del continente según un reporte del Digital Forensic Research Lab (DFRLab).

Chile goza de una extensa tradición democrática con instituciones estables y sólidas, agotará todos los mecanismos que sean necesarios para poner término a estas acciones vandálicas de forma pacífica, pero recuperar el orden público es un imperativo que demanda la sociedad a sus autoridades.


Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L., Consultoría de Comercio Exterior en Chile