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Avanza 2018 y el interés por blockchain no deja de crecer. Pero después de una temporada de fuerte volatilidad en los mercados de criptomonedas, algunas cuestiones relacionadas con esta tecnología y su valor para la sociedad han quedado en el aire.

Por eso, es un buen momento para mirar con lupa lo que se está diciendo de la tecnología blockchain y separar el trigo de la paja o, en otras palabras, los hechos de la ficción.

Mito 1: La importancia de blockchain está sobredimensionada

Uno de los mitos populares más arraigados en torno a blockchain es que su importancia se ha exagerado. La realidad es que a esta tecnología se le han atribuido una enorme variedad de aplicaciones, muchas de ellas, irrealizables, lo que ha dañado su reputación y su legitimidad. Este caso tiene paralelismo con la burbuja de las puntocom a finales de los noventa. En aquel momento, la popularidad de Internet estaba en plena explosión, y las empresas buscaban cualquier excusa para alinearse con ella con fines marquetinianos.

Blockchain ha sido utilizada de forma similar por muchas compañías, quienes se han beneficiado de ello para impulsar, de manera puntual, el precio de sus acciones en los mercados. Pero, como sucedió con las puntocom, estos han ido aprendiendo a reconocer y a alejarse de esas tácticas. Una situación que ha acabado afectando a la imagen de blockchain, y distrayendo la atención de los usos verdaderamente genuinos de esta tecnología.

De hecho, empresas como Google, Facebook, LinkedIn, Twitter, Snapchat o Mailchimp ya han comenzado a limitar la publicidad en sus plataformas sobre ICOs –Inicial Coin Offerings- y criptomonedas -siguiendo las reglas que suelen aplicarse a las salidas a bolsa tradicionales-, con el objetivo de poner más difícil a las organizaciones que moneticen el boom.

Para superar los mitos en torno a Blockchain es necesario distinguir entre las aplicaciones legítimas de esta tecnología y aquellas que no se corresponden con la realidad

Para superar este mito es necesario distinguir entre las aplicaciones legítimas y aquellas que no se corresponden con la realidad. Las ventajas del uso de blockchain son notables en un buen número de sectores, incluyendo, por ejemplo, el trading de energía, que persigue reducir los costes de la gestión eléctrica y monetizar la generación de energética privada. Blockchain también está detrás del sistema de votación puesto en marcha en Indonesia, para asegurar unas elecciones libres.

Con el paso del tiempo, es de esperar que tanto los mercados, como el público general, afinen su criterio a la hora de reconocer iniciativas que generan un valor de mercado real, y que resuelvan problemas sociales de calado.

Mito 2: Las redes de blockchain son más vulnerables a los ciberataques que los sistemas convencionales

La ciberseguridad es un tema candente en este momento y, por lo tanto, no es de extrañar que también lo sea la de blockchain. La realidad es que las redes de blockchain no son inmunes a las limitaciones de la seguridad, y han sufrido un buen número de fallos en el último año. Pero su naturaleza descentralizada asegura muchas ventajas a los usuarios.

Aunque culminar un ataque multi-nodal con éxito no es imposible -ya tenemos algún un ejemplo-, el hecho de que blockchain se base en sistemas independientes entre sí, sirve para sortear muchas de las amenazas a las que se enfrentan las redes de servidores centralizados o, en otras palabras, se lo pone más difícil a los hackers.

En cualquier caso, más vulnerables que estas redes son los intercambios centralizados que suelen usarse para intercambiar los tokens de distintas redes blockchain. Estos intercambios exponen a los traders al robo de monedas y de datos, y vuelven a abrir la puerta a las amenazas que sufren las redes tradicionales. Un buen ejemplo es el robo de 650 millones de dólares tras el hackeo de Coincheck, una plataforma de compra y venta de criptomonedas.

Este tema en particular se está solucionando con la adopción de intercambio de criptomonedas descentralizadas, donde los usuarios comparten sus tokens directamente –peer to peer- en lugar de confiar en un tercero.

La tecnología blockchain está todavía en sus inicios. Es de esperar que, con su desarrollo, impulsado por la demanda de mercado, la fiabilidad y la seguridad seguirán mejorando, y nos permita una aplicación mucho más amplia.

Mito 3. “La tecnología blockchain es cara y lenta”

Este tercer mito se ha perpetuado por el hecho de que, a finales de 2017, el coste -55 dólares por transferencia- en relación con la capacidad de procesamiento de transferencias de las redes de Bitcoin -cuatro transacciones por segundo-, estaban todavía lejos de las de Visa -1.800 por segundo-.

El desarrollo de Bitcoin está ya en vías para reducir estas diferencias. De hecho, el protocolo a Lightning Network es una mejora de la red Bitcoin que tiene como objetivo final poder realizar millones de transacciones por segundo a precios mucho más bajos.

A medida que el blockchain gane importancia, la educación será necesaria para que las personas veamos más allá de la parte de la burbuja que ha generado. El verdadero potencial de esta tecnología solo saldrá a la luz cuando su valor vaya unido a acciones que tengan un impacto real en la sociedad. Además, será necesario no bajar la guardia con la vigilancia, imprescindible para poder afrontar los riesgos en ciberseguridad, así como información clara acerca de las limitaciones de esta red.

Tomando en cuenta todo lo anterior, y aplicando un enfoque más amplio, blockchain tiene la oportunidad de contribuir a resolver problemas de gran impacto.

Extracto del artículo escrito por Benjamin Crofts y David Lam, consultores de PwC Australia, y publicado originalmente en Digital Pulse.

Raquel Garcés - Socia de Strategy& en España