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El 60% de las principales empresas en España y Portugal redujeron la “intensidad de carbono” de sus operaciones en 2016. Sin embargo, las emisiones totales de las compañías aumentaron, acabando con una tendencia a la baja de los últimos años en materia de disminución de las emisiones. Esta es una de las principales conclusiones del informe CDP “Climate Change Report 2016”, elaborado por ECODES a partir de las evaluaciones de PwC, que se ha presentado esta mañana en Madrid en el Espacio Fundación Telefónica.

El informe analiza la evolución de las mayores empresas españolas y portuguesas por capitalización (85 españolas y 40 portuguesas) en la gestión de las emisiones de carbono y en su lucha contra el cambio climático. En línea con uno de los principales desafíos en materia de lucha contra el cambio climático tras el Acuerdo de París, las empresas analizadas están mostrando signos de estar en las primeras etapas de una transformación que les permita, en diferentes grados, desligar el crecimiento de la compañía de sus emisiones de carbono. Este hecho comienza a poner de manifiesto un tímido movimiento de desacoplamiento entre las emisiones y el crecimiento de la empresa. El documento revela algunos datos destacados:

  • Las nueve empresas del sector industrial (que representan el 11% del total de emisiones) han reducido la intensidad de carbono en relación con sus ingresos. Y aunque tres de ellas incrementan esta intensidad con respecto a variables no financieras, no deja de ser un buen comportamiento como sector.
  • Por otro lado, las tres energéticas de la muestra aumentan su intensidad con respecto a ingresos pero la reducen con respecto a variables no financieras. Estas empresas son responsables del 7% del total de emisiones.
  • Sin embargo, en un sector tan relevante como el de materiales (responsable del 50% de las emisiones), vemos que aunque la mitad de las compañías reducen su intensidad en relación a los ingresos, todas ellas la aumentan respecto a variables no financieras.

Se espera que estas empresas se beneficien de la reducción de los riesgos ligados a la incertidumbre futura de combustibles fósiles, así como aumentar su resiliencia al cambio climático y reducir sus costes operativos vinculados con el consumo de energía y materias primas. Un buen ejemplo lo representa Inditex, que registró una reducción de las emisiones totales de Alcance 1 + 2 en 2016 a pesar de crecer, tanto en ventas como en número de prendas puestas en el mercado. La compañía atribuye este resultado al número de medidas de eficiencia energética y ahorro de emisiones aplicadas en 2015, incluyendo la construcción de más de 300 nuevas tiendas ecoeficientes y la instalación de sistemas de energía renovable en varios de sus puntos de venta.

El informe destaca que procesos como estos tienen que extenderse a todas las empresas y sectores si se quiere cumplir con los objetivos de descarbonización establecidos en la COP21 y aumentar la posibilidad de evitar los peores impactos del cambio climático en el bienestar humano y la economía global.

Otros aspectos clave confirman la consolidación y expansión de los esfuerzos de las empresas en la Península Ibérica para combatir el cambio climático global:

1.-Las empresas analizadas continúan exhibiendo un alto grado de integración del cambio climático.

  • Nueve de cada diez empresas que respondieron dicen recompensar a sus altos ejecutivos por progresos en cambio climático, un aumento del 60% en los últimos cinco años.
  • Casi el 90% de las empresas encuestadas verifican externamente sus emisiones.Casi el 90% de las empresas encuestadas verifican externamente sus emisiones.
  • Todas las empresas que respondieron han llevado a cabo actividades de reducción de emisiones, mientras que todas menos tres han declarado objetivos de reducción de emisiones.

2.- Los objetivos medios de reducción de emisiones de las empresas que respondieron aumentaron ligeramente en 2016, pero sigue habiendo importantes diferencias sectoriales.

  • El 95% de las empresas españolas tienen por lo menos un objetivo de reducción de emisiones, comparado con el promedio global de un 85% y el promedio europeo de un 92%. Sin embargo, los objetivos globales de reducción de emisiones notificados por las empresas españolas y portuguesas son, en su mayor parte, inadecuados y carentes de la fuerza transformadora que la situación demanda, dada la magnitud de los problemas ambientales y sociales relacionados con el cambio climático.

3. Las inversiones totales en mitigación del cambio climático aumentaron considerablemente en 2016, pero se concentraban en el sector de electricidad y gas.

  • El número de actividades de reducción de las emisiones notificadas creció un 12% en 2016 con respecto al año anterior, mientras que las inversiones monetarias totales se triplicaron hasta alcanzar 27.254 millones de euros.
  • Las inversiones reportadas en 2016 estaban fuertemente concentradas: El 94% correspondían al sector de electricidad y gas, y el 84% del total fue reportado por una sola compañía, Iberdrola.

4.- Las empresas analizadas siguen demostrando liderazgo en el uso de las energías renovables.

  • La mayoría de las empresas que respondieron en España y Portugal siguen invirtiendo en renovables como un medio para reducir su huella de carbono. En 2016, el 78% de las empresas portuguesas y la mitad de las españolas que respondieron dijeron haber invertido en instalaciones bajas en carbono y / o su compra.
  • El 25% de las empresas que respondieron declararon tener objetivos de consumo de energía renovables en el año 2016.

5.- El uso de un precio interno de carbono gana terreno entre las empresas como herramienta de planificación y mitigación del cambio climático.

  • El 40% de las empresas que respondieron dicen utilizar el precio interno del carbono como herramienta de planificación estratégica y de contabilidad.
  • Un 15% adicional de las empresas que respondieron planean incorporar el precio interno del carbono en un futuro próximo.

6.- Un número creciente de empresas están adoptando criterios de mayor rigor científico en la determinación de sus objetivos de reducción de emisiones.

  • Un poco más de un tercio de las empresas españolas y portuguesas que participaron en el informe dicen estar utilizando metodologías científicas para determinar sus objetivos de reducción de emisiones, lo que indica un creciente uso de procesos más rigurosos para determinar las vías apropiadas de descarbonización.

El informe CDP Iberia Cambio Climático 2016 contiene además el análisis del liderazgo de las empresas Ibéricas realizado por PwC a partir de la metodología de evaluación del CDP y reconoce a aquellas empresas que han sido incluidas en la “2016 Climate A List”. Esta comprende las empresas que han obtenido la calificación “A” por sus acciones en mitigación del cambio climático durante el año 2015. Entre estas se incluyen: Abertis Infraestructuras, Acciona, Amadeus IT Holding, CaixaBank, Enagás, Ferrovial, Gas Natural Fenosa, Grupo Logista, Iberdrola, Inditex, MAPFRE, Obrascón Huarte Lain (OHL), R.E.E., Telefónica, EDP – Energías de Portugal, Galp Energia.

El informe CDP Iberia ha sido publicado hoy día junto con la primera edición del CDP Global Climate Tracking Series. El reporte global “Out of the starting blocks: Tracking progress on corporate climate action” ha sido elaborado en colaboración con We Mean Business y presenta las emisiones de CO2 y datos de mitigación del cambio climático de 1089 empresas, entre ellas 25 españolas y portuguesas, que han reportado al CDP a petición de 827 inversores institucionales con activos de US $ 100 billones de dólares.

Estas empresas -que representan algunas de las más significativas en términos de capitalización de mercado e impacto ambiental- conforman el 12% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero globales.

Maria Luz Castilla, socia responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático de PwC:

"París puede ser un punto de inflexión. El gap existente para alcanzar el objetivo de los 2ºC obliga a elevar la ambición de los planes empresariales y plantear seriamente los riesgos climáticos derivados de la transición hacia una economía baja en carbono. El cambio climático debe llevarse a la Alta Dirección y convertirse en un elemento estratégico alineado con el negocio que gestione las oportunidades derivadas de una nueva economía ligada a la sostenibilidad. La agenda de la Sostenibilidad la marcan también la economía circular, el capital natural o los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El papel del sector público es necesario desde su triple rol de regulador, financiador y generador de conocimiento, y como organismo que impulse prácticas más sostenibles en todos los sectores económicos".

Paul Simpson, Director Ejecutivo de CDP:

"Este informe utiliza los datos relativos a las actividades de las empresas antes del Acuerdo de París. Las conclusiones demuestran que, mientras que muchas empresas ya están en camino correcto, todavía existe una gran brecha que se debe llenar. Cientos de empresas ya se han anticipado a CDP haciendo cambios sustanciales en sus prácticas de negocios como resultado del acuerdo de París. Por eso, e los próximos años, esperamos ver un mayor cambio con objetivos de reducción a largo plazo y definidos sobre una base científica. Mientras que los inversores buscan reducir el riesgo al trasladar sus inversiones hacia infraestructuras de menor intensidad de carbono, el centro de atención serán las iniciativas empresariales. Todavía queda mucho por decidirse en la carrera para aprovechar las oportunidades de esta transición”.

Víctor Viñuales, Director General de Ecodes:

“Para que las grandes empresas eleven sus objetivos de reducción y para que el conjunto del sector empresarial se movilice y trabaje eficazmente para cumplir el Acuerdo de París, se necesita la demanda convergente de tres sectores. Necesitamos que el sector financiero recompense a las empresas con mejor comportamiento frente al cambio climático. Necesitamos que las Administraciones Públicas, a través de sus compras, estimulen a las empresas más amigas del medio ambiente y que también lo hagan a través de regulaciones que incentiven a las empresas líderes y penalicen a las empresas rezagadas. Es preciso, asimismo, que los consumidores recompensen a las empresas más eficientes energéticamente”.