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Tras tres años de negociaciones, Reino Unido y la Unión Europea han vuelto a alcanzar un acuerdo sobre los términos en los que se producirá Brexit.

El nuevo acuerdo recoge una revisión del Protocolo entre Irlanda e Irlanda del Norte y de la Declaración Política, acordados el 25 de noviembre de 2018. Entre las concesiones realizadas por Reino Unido, están la aceptación de que Irlanda del Norte continúe en el Mercado Común Europeo y que se regule por la Corte de Justicia Europea. Esto permitirá que no haya una frontera física entre las dos Irlandas.

El acuerdo alcanzado deberá ser respaldado ahora por los gobiernos de los 27 estados miembros que se reúnen hoy en la Cumbre del Consejo Europeo. Posteriormente, el próximo sábado 19 de octubre, habrá de ser ratificado por el Parlamento Británico convocado de manera extraordinaria. También el Parlamento Europeo debe ratificarlo, previsiblemente durante la próxima semana en la Cumbre de Estrasburgo.

Si el acuerdo es ratificado por los dos Parlamentos antes del 31 de octubre, la salida de Reino Unido con acuerdo se produciría en esa fecha en la que finaliza la actual prórroga.

No obstante, el eventual rechazo del Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP) a aceptar el acuerdo alcanzado, según han avanzado hoy, podría suponer que el Gobierno británico no cuente con el suficiente respaldo en el Parlamento para ratificarlo.

En este caso, la normativa conocida como Benn Act, aprobada a principios de octubre, obligaría al Primer Ministro británico, Boris Johnson, a pedir una nueva prórroga a la Unión Europea, lo que a su vez, podría desembocar en la convocatoria de unas elecciones generales.

¿Cómo impacta este acuerdo de Brexit en las empresas españolas?

De acuerdo con Antonio Hernandez, socio responsable de Internacionalización y Brexit de KPMG en España el acuerdo es una buena noticia, especialmente “frente a la posibilidad de un Brexit sin acuerdo con muchas implicaciones negativas en materia económica y comercial, no solo para el Reino Unido sino también para sus socios, incluidas las empresas españolas”.

Según expone Antonio Hernández, el acuerdo incluye un periodo transitorio durante el que se mantiene el statu quo que, en principio, se baraja hasta diciembre de 2020 “dando más margen a las empresas para prepararse de cara a la futura relación de Reino Unido con la Unión Europea“. Esta relación sería de acuerdo de libre comercio sin aranceles, sin cuotas y en competencia igualitaria en la que Reino Unido podrá negociar sus propios tratados comerciales con terceros mercados, incluido Estados Unidos, circunstancia que “la empresa española podrá tener en cuenta en su posicionamiento en Reino Unido”.