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El nuevo reparto televisivo de los clubes de fútbol supone un suculento beneficio para estas entidades. Tras el Real Decreto de venta centralizada de los derechos audiovisuales, la LFP ha anunciado unos ingresos de 1.200 millones  para la temporada 2016-17. Una cifra que prevé superar en la 2017-18, llegando previsiblemente a los 1.650 millones.

Este dinero procede de las compañías audiovisuales que han pagado por ellos. Para esto, han realizado unos fuertes desembolsos presentes y futuros, previendo la venta de los partidos en canales de pago. Con estas nueva cantidades, que suponen una subida cercana al 100% en 3 años desde que se aprobó la norma, pueden surgir dudas sobre si estas empresas serán capaces de amortizar la inversión. Más allá de que tengan la oferta convergente más relevante del mercado.

El producto se vende a abonados que ven los partidos mediante Pay Per View. Para que las compañías obtengan beneficios deben vender los mismos partidos que hasta ahora, al doble de lo que hacían, o duplicar los usuarios de su plataforma. Si no es a través de estas dos vías, el negocio será deficitario. Ninguna compañía, ni siquiera Telefónica, puede mantener un negocio que lastra sus resultados.

No hay nada imposible, pero la primera opción se antoja muy poco probable: España es uno de los países que hoy tienen la televisión de pago más barata de Europa, y nos enfrentamos ante una competencia feroz entre las diferentes plataformas audiovisuales. Parece poco probable un cambio radical en las cuotas de abono. Siendo realistas, hay que ser conscientes los países en donde se paga más, como Inglaterra, están favorecidos por factores culturales, como puede ser su amor a las apuestas, al día de fútbol, etc.

La segunda opción tampoco resulta fácil. Son muchos los esfuerzos comerciales de las compañías propietarias de los derechos con unas tasas de efectividad muy alta. Aun así, sólo uno de cada cuatro hogares españoles tiene televisión de pago. Parece que hay margen de mejora, pero pequeño, para la realidad de las necesidades.

Para que los clubs de fútbol puedan ingresar más emolumentos, la  LFP debe vender los derechos por X a una plataforma audiovisual, que a su vez los comercialice sobre sus dos más importantes clientes: las empresas que se anuncian y los abonados. Con ello deben obtener ingresos por encima de X, si no lo que sucederá es que el valor de los derechos descenderá, y los clubs acabaran reduciendo sus emolumentos.

Para obtener beneficios hacen falta resultados, y la única solución es funcionar como una compañía profesional. Todo negocio se basa en un conjunto ordenado de consecuencias, y el fútbol no es diferente.

La labor principal de un club es aumentar en todo lo posible su número de seguidores (abonados, simpatizantes, etc) que constituyen la llamada masa social. Para ello tiene que dar valor a su marca. Una vez creada la masa social, esta será  foco de interés de distintas empresas comerciales, lo que permitirá crear valor para la compra por parte de una plataforma audiovisual. Si no se trabaja en la creación de marca, descenderá el interés en nuestro negocio y todo el valor económico se perderá por falta de interés comercial. Es necesario adaptarse a las nuevas situaciones y saberlas gestionar para no convertir este presente en el pasado mar de deudas.

Miguel Jiménez

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