Consultoría & Consultores

En Executives On Go seguimos trabajando para estar un poco más cerca de nuestros clientes y especialmente de las personas en estos días tan complicados y en este entorno de cambio.

Desde nuestra experiencia en reclutamiento de profesionales, sabemos la importancia de tener presente cómo gestionar la carrera profesional y la búsqueda de empleo en situaciones de incertidumbre y estar así mejor preparados para considerar opciones y tomar decisiones.

Por eso, te recordamos algunas claves que contribuyen a que mejores el posicionamiento de tu perfil en el mercado laboral y en el desarrollo de tu carrera profesional.

Con estas sugerencias esperamos animarte a que desarrolles un plan de carrera con una reflexión personal y profesional más amplia e integral, que te permita afrontar con la mayor efectividad posible esta andadura.

Crea tu propio plan y desarrolla tu propia estrategia para una mejor gestión de tu carrera.

La forma de enfocar la gestión de la trayectoria profesional en el marcado laboral ha ido cambiando en las últimas décadas. Ahora, cada persona es responsable de su propio desarrollo profesional.

Y en este proceso, la gestión tradicional de elaborar un currículum, realizar entrevistas y hablar con nuestros contactos no es suficiente, si no se complementa con otras estrategias.

[img src="http://executivesongo.com/wp-content/uploads/2020/04/EOG-Plan-Carrera-300x294.png" alt="" width="300" height="294">Es necesario tener un plan que te guíe, un conjunto de acciones planificadas que te faciliten tomar decisiones para cumplir con un objetivo. En este caso, el de encontrar trabajo o asumir un nuevo reto profesional dando valor a tu perfil personal y profesional (lo que mejor sabes hacer laboralmente). Una hoja de ruta que permite abordar las oportunidades y obstáculos esperados e inesperados que depara el futuro y navegar a través del entorno competitivo que encuentres en relación con tu perfil.

Claves para desarrollar tu plan de carrera

1 Analizar tu situación inicial

El punto de partida es tomar conciencia de tu situación actual. Analizar detenidamente, por ejemplo, cuales consideras a día de hoy tus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas del mercado laboral.

Y valorar las distintas opciones que te puedes plantear. Como, por ejemplo,

  • Mejorar tu posicionamiento y progresión profesional dentro de tu organización (promoción interna, plan de carrera, desarrollo, etc).
  • Dar un salto a un nuevo reto.
  • Cambiar a un nuevo proyecto en otra organización o sector.
  • Dar un giro en tu trayectoria. Explorar opciones profesionales.
  • Gestionar de forma proactiva los riesgos profesionales, la presión y situaciones de estrés.
  • Realinear tu vida laboral y tus prioridades personales.
  • Otras

2 Hacer un ejercicio de reflexión y autonoconimiento

Para sentar una base sólida, es necesario reflexionar sobre tus habilidades, intereses, pasiones, valores y si hasta ahora los has integrado en tu desempeño profesional y en qué media lo has hecho. Enumera las prioridades con respecto a las relaciones profesionales y personales y las responsabilidades involucradas en cada una de ellas.

Reflexiona y descubre aspectos sobre quién eres, que haces, como lo haces, como te perciben, que quieres lograr.

Puede suceder que definas varias identidades profesionales. En este caso es conveniente segmentarlas y gestionarlas con cierto orden de preferencia, para no descartar ninguna de ellas, pero manteniendo presente que cada una puede requerir un enfoque diferente o complementario en tu aproximación al mercado.

Pregunta también a personas que te conozcan, del ámbito profesional o del ámbito personal, cómo te presentarían a alguien que no te conoce. Cuáles creen que son tus puntos fuertes y tus áreas de mejora. Cuál es tu actitud y tu grado de iniciativa ante los cambios, los nuevos retos y a la hora de resolver problemas.

Reflexiona sobre tus circunstancias personales y familiares. Qué condicionamientos puedes tener en cada momento, el grado de flexibilidad, de disponibilidad para desplazarte o para establecerte en otra ciudad.

En plena época de reinvención profesional, resulta fundamental conocerse y saber cuáles son nuestras competencias. Identidad y autenticidad.

3 Explorar la situación y perspectiva del mercado

Esta fase implica recoger y analizar información sobre sectores, empresas y funciones de interés para ti y para tu desarrollo profesional. ¿A quién te diriges? ¿En qué contexto?

Para poder desarrollar tu propuesta de valor, antes tienes que identificar qué tipo de empresas pueden ser de tu interés, que en definitiva también formarán parte de tu objetivo. Para ello, céntrate en saber qué ofrecen, cómo lo ofrecen, cuáles son sus clientes, cuál es su cultura, qué valores las respaldan, cómo están posicionadas en el mercado y cómo podría encajar un perfil como el tuyo en el momento que actualmente están atravesando.

¿Cuáles son las necesidades reales de las empresas respecto a la función o funciones que desempeñas? Ten en cuenta que existen varios tipos de necesidades:

  • Las que nos traslada la empresa
    • Las que no se ven y en ocasiones la empresa no es consciente de ellas
    • Las que la empresa destaca pero que en realidad no intenta solucionar.
  • ¿Qué tipo de empresas pueden estar interesadas en contratar un perfil como el tuyo?

    4 Definir tu propuesta de valor y estrategia

    Tu propuesta de valor comienza a configurarse al solapar tus intereses (fase 2) con lo que está sucediendo en el mercado (fase 3) y estableciendo un objetivo para tu búsqueda de nuevas opciones. ¿Cuál es mi ventaja competitiva? ¿A quién me dirijo?

    Tu objetivo profesional será como una brújula que te acercará al puesto de trabajo buscado.
    • ¿Qué quiero hacer profesionalmente? (intereses, motivaciones, tipo de empresa, sector, condiciones, puesto, responsabilidades).
    • ¿Qué puedo aportar a la empresa? (actitudes, experiencia, conocimientos, aptitudes, formación, competencias).

    Tu propuesta de valor debe incluir lo qué te hace diferente respecto a otros perfiles similares. Y no nos referimos solo a tu experiencia y conocimientos, sino también al toque personal que le puedas aportar a raíz de tus emociones, comportamientos, actitud, forma de hacer las cosas e ideas, por ejemplo.

    Tiene que reflejar el motivo por el cual una empresa más allá de la dimensión que tenga, debe contratarte a ti. Es decir, debes dejar muy claro qué te hace único, diferente e irrepetible en el mercado. Y para que lo comprendas mejor, lo único (algo tangible o intangible), puede ser tu forma de comunicar, escribir, gestionar, reducir, mejorar, crear, resolver problemas u otras habilidades que hayas desarrollado.

    En definitiva, ¿Cuál es el beneficio de la empresa al contratarte? ¿Por qué debe elegirte? ¿Cómo ayudarás a que esta empresa crezca?

    Tu propuesta de valor es parte de ti y de tu marca personal, con lo cual exponla de una forma concisa pero clara y por los canales que mejor encajen con tu objetivo….. en el extracto y título de las redes profesionales, en tu curriculum, en las cartas de presentación, en tu bio, en tu elevator pitch, en las entrevistas y en toda herramienta u ocasión que sea pertinente hacerlo.

    Revisa por tanto tu C.V. y tu presentación verbal para elaborar una nueva versión que incorpore tu propuesta de valor, y que presente cada experiencia con información sobre la función y sobre las habilidades que has puesto en juego especialmente ante cada reto que hayas tenido que afrontar. Puede ser interesante buscar perfiles similares que nos causan mejor impresión y analizar cómo se presentan quienes podrían ser nuestra competencia.

    Prepara las entrevistas, identifica situaciones de éxitos y de retos en los que hayas puesto en juego tus habilidades, incorpora respuestas que aporten valor sobre tu perfil y que expliquen tu orientación al negocio y a los resultados de tu empresa. Ofrece ejemplos de situaciones concretas: las circunstancias, tu reto, tu desempeño y tus resultados.

    Muchas veces damos por supuesto que el otro conoce qué es lo que sabemos hacer, y no nos molestamos en generar ese tipo de contacto ni trabajamos bien el mensaje que queremos que tengan de nosotros.

    Trabaja tu mensaje para conseguir trasladar con claridad quien eres, tu propuesta de valor y a partir de esta definición y teniendo en cuenta que esa es tu identidad, el grado de flexibilidad que ofreces para considerar otras opciones o perfiles alternativos.

    5 Implementar tu plan de acción y hacer seguimiento

    Esta fase es, probablemente, la más divertida. En ella podrás validar tu enfoque y tomar decisiones basándote en hechos y datos concretos.

    Es el momento de determinar las tareas, los plazos y los recursos que contribuirán a tu objetivo. Qué, cómo, cuándo y con quien realizarás las acciones.

    Documenta y sigue todas las acciones y el tipo de respuesta obtenido. Elige una herramienta, sencilla y útil, que te permita hacer seguimiento de tus gestiones y contactos.

    Revisa y mejora tu presencia y visibilidad en redes sociales y en foros o eventos relacionados con tu objetivo. Trabaja tu red de contactos. Siempre con proporcionalidad y de forma pertinente a tus objetivos. Hay que tener muy claro qué es lo que queremos que recuerden de nosotros, y conviene construir redes de confianza que sean sostenibles en el tiempo.

    La red de contactos de calidad te puede permitir acceder a ofertas de trabajo ocultas. Muchas ofertas no son visibles, pero existen, y la red de contactos es la mejor manera de obtenerlas.

    Recuerda no dar por supuesto en ningún caso que la otra persona conoce o sabe interpretar tu perfil y tu propuesta de valor. Traslada tu mensaje. Pon a prueba tu presentación, obtén feedback y revisa.

    Empatiza con tu entrevistador, comprende lo que buscan y cambia de tu perspectiva a la suya.

    ¿La necesidad que has detectado realmente lo es? ¿Tu perfil es una solución válida para esa necesidad?

    Entonces, destaca de tu perfil las características que realmente faciliten el negocio de la empresa, resolviendo problemas concretos y generando los resultados deseados.

    Revisa periódicamente el plan para asegurarte de que estás siendo realista con respecto a tus metas y a las acciones que estás acometiendo. Realiza los ajustes necesarios en tu presentación, en el enfoque, en tus expectativas.

    Aunque centrado en tu perfil y objetivo, mantente receptivo a nuevas oportunidades que no te hubieras planteado con anterioridad y que te pueden ofrecer otra perspectiva o información adicional para ajustar el enfoque inicial. Explora tu creatividad al máximo, imagina alternativas que, aunque al principio puedan parecerte inviables o sin sentido, podrían llegar a tener mucho potencial.

    Considera nuevos modelos de trabajo y de colaboración: interim, trabajo por proyectos, teletrabajo, emprendimiento, etc.

    6 Comprobar la situación lograda

    En este proceso, ten presente que muchas veces nosotros nos ponemos nuestros propios límites:
    ⊗ Aferrarte a tu idea inicial, no incorporar cambios de forma rápida y no gestionar la frustración y las expectativas ⊗

    • Equivocarse forma parte del proceso de aprendizaje. Lo importante es que no te rindas a la primera.
    • Ante un error, analiza, aprende, rectifica y continua.
    • Incorpora nuevos enfoques de forma ordenada para poder validar su efectividad.

    Si trabajas un enfoque integral en la gestión de tu carrera, conseguirás
    • Mejorar tu posicionamiento ante nuevas oportunidades y ser más competitivo.
    • Una interpretación del mercado más precisa y una aproximación más eficaz al mismo.
    • Mejorar la detección de necesidades del mercado.
    • Una mayor flexibilidad y adaptación a las oportunidades.

    Lucinda Martínez
    Socia-Directora Executives On Go