Después de varios años de sobrecapacidad, la industria del petróleo y del gas podría estar entrando en un periodo de escasez -en inglés, crunch- de suministro. Ahora mismo, en un momento en el que la producción de petróleo crece rápidamente y donde a lo largo y ancho del sector se ha instalado un ambiente de optimismo, quizás no sea fácil hacerse a la idea.
Podemos decir que, en general, nos encontramos en mejor situación de en la que estábamos hace doce meses: el precio del barril de petróleo ha rebotado y después de mucho tiempo moviéndose entre los 40 y 50 dólares/barril, el brent se ha situado por encima de los 70 dólares. La industria se está recuperando de unos últimos años marcados por la debilidad de los precios, la disciplina financiera, la reestructuración de las carteras de productos de las compañías y por la puesta en marcha de medidas para la mejora de la eficiencia.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya viene avisando desde 2016 de la posibilidad de entrar en una situación de escasez de suministro. Recientemente, los CEO de Total, Eni y de la compañía saudí Aramco han alertado de que este escenario podría ser real al final de esta década. ¿Cuáles son las causas de este escasez de suministros? ¿Qué deben hacer las compañías? Strategy&, la consultora estratégica de PwC, acaba de hacer público su informe Oil and Gas Trends 2018-19, donde analiza cuáles son la causas van a provocar escasez de suministro y qué medidas se pueden tomar desde el sector. A continuación resumimos algunas:
Como consecuencia de estos dos desafíos, nos encontramos ante lo que la Agencia Internacional de la Energía ha denominado como un mercado del petróleo de dos velocidades -en inglés, a two-speed oil market-. Aunque en EEUU las nuevas producciones de shale oil y tight oil son muy dinámicas, se antojan insuficientes para suplir las fuentes de petróleo y gas más convencionales.
Para afrontar las incertidumbre que plante un potencial futuro de escasez de petróleo y de gas -en un entorno de transición energética-, el documento propone una serie de medidas que pasan por continuar con la disciplina financiera y la mejora de la eficiencia, reforzar las inversiones en mantenimiento de los activos y las infraestructuras y redoblar la apuesta por las nuevas tecnologías digitales, entre otras cuestiones.
Más información | Informe Oil and Gas Trends 2018/19, Strategy shaped by volatility elaborado por Strategy&, la consultora estratégica de PwC.