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Vivimos un momento de la economía y la sociedad en el que no sabemos, a ciencia cierta, cuál será el futuro de las pensiones de aquí unas décadas. Aquellos que estén en la treintena, o incluso en los primeros cuarenta, no pueden decir con total seguridad que vayan a disfrutar de un sistema de jubilación tal y como han vivido hasta ahora nuestros pensionistas.

¿Por qué? Muchos son los factores pero el que más incidencia tiene es el demográfico: la pirámide de población está cambiando y con la reducida tasa de natalidad que existe, no se puede asegurar que de aquí en un tiempo haya trabajadores suficientes como para asumir el gasto que supone abonar las pensiones de los jubilados. A ello hay que unir los costes de desempleo y de los trabajadores del sector público.

Ante esta tesitura, surge la cuestión de si cada trabajador ha de gestionarse una jubilación por su cuenta, de cara a contar con los ahorros necesarios llegado el momento. Esto evitaría el hecho de tener que depender de cómo ha evolucionado el sistema en los próximos años. ¿Y si buscamos alternativas de financiación o damos nuestros primeros pasos con un bróker como 1000Extra.com?

La jubilación anticipada: disfrutar de más tiempo, una opción

Independientemente de la situación en que se encuentre al alcanzar los sesenta y cinco años, un trabajador puede decidir retirarse antes. Es lo que se llama jubilación anticipada.

En este caso, hay que trazar una estrategia de ahorro muy marcada y desde mucho tiempo antes, de tal manera que pasados quince o veinte años, hayamos acumulado un capital suficiente como para, en caso de que se den las facilidades fiscales suficientes, decir adiós al trabajo.

Piensa en el largo plazo

Si decides que llegado el momento quieres tener unos holgados ahorros, es clave que pienses en la evolución de los mismos desde el largo plazo. Si vas a invertir en productos fuera de los tradicionales, más allá de los plazos fijos, busca aquellos que ofrezcan buenas rentabilidades en el largo plazo. Y encima con riesgos reducidos.

El mejor ejemplo son los bonos y las letras del Estado: desde el año hasta los diez e incluso los veinte, nos ofrecen rentabilidades atractivas sin comprometer nuestros ahorros.

Otra posibilidad puede ser invertir en bolsa y hacerlo en empresas consolidadas cuyo éxito futuro sepamos que es relativamente sencillo: telecomunicaciones, gasísticas, petroleras… Estas compañías suelen conceder importantes dividendos anuales. En el largo plazo esto nos asegura incrementar nuestro capital de manera considerable.

No te pongas nunca nervioso y actúa con objetividad

Aunque pienses en el largo plazo, puede que decidas operar a corto aprovechando las volatilidades del mercado. Si es así, si prefieres el trading, actúa con la perspectiva suficiente como para no caer en errores derivados de los nervios y la impaciencia.

Las distintas plataformas online ponen a tu disposición herramientas como los simuladores o las calculadoras, que te permiten minimizar el riesgo. Aprovéchate de ellas así como del resto de apps que existen para lograr acumular el mayor capital con el paso de los años.