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Desde hace tiempo internet y la web se han convertido en el nuevo estándar de comunicación global actuando como el mayor punto de interacción humana.

Todo ello ha sido posible gracias a la conectividad de las redes móviles y de telefonía así como la existencia de estándares que han eliminado cualquier barrera de entrada. Por ello, es en este entorno, donde el Big Data, y las nuevas capacidades analíticas que surgen de este nuevo paradigma, tuvieron su nacimiento y el dato en sí mismo pasó a ser el principal activo de empresas hoy líderes en el mercado.

Superada esta primera transformación, hoy en día el mercado tecnológico está intentando superar un nuevo reto: el del Internet of Things y el análisis de los datos que se derivan de él. No obstante, en este caso el mercado se está encontrando con varias barreras de entrada que dificultan el análisis de los datos de sensores y máquinas de forma conjunta:

- Conectividad: las máquinas y/o sensores deben comunicarse entre sí de forma eficaz y económica.

- Tecnología: el mercado se está centrando en el desarrollo de sensores y productos asociados, por todo ello se hace sin haber llegado a acordar unos estándares dado que los fabricantes encuentran en las particularidades de su tecnología y las patentes asociadas la forma de diferenciarse de la competencia.

- Software: los datos de los sensores son difícilmente interpretables sin las transformaciones necesarias. Para ello es necesario crear nuevo software capaz de interpretar y limpiar este tipo de datos para que puedan ser cruzados para su análisis.

Todo ello nos plantea la necesidad de establecer unos estándares, a semejanza del mundo de la web, para poder desarrollar nuevos análisis y poder utilizar este tipo de datos como activo  para la mejora de los negocios más allá de las particularidades de las máquinas, productos o procesos en los que intervienen de forma directa.

En definitiva, la “web para las máquinas” es el reto que se debe abordar y para ello es necesaria la participación activa de todos los actores implicados (fabricantes, usuarios, legislación, etc.)