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Ya estamos llegando casi al final de este análisis sobre el Líder Eficaz del nuevo siglo... Hoy vamos a centrarnos en una de las habilidades más críticas en este nuevo entorno V.I.C.A. (Volátil, Incierto, Cambiante y Ambiguo).

Novena Consigna del Líder del Siglo XXI: el Líder como Solucionador de Problemas

La solución de problemas es una de las razones fundamentales para las que necesitamos contar con verdaderos líderes. Y es así porque el enfoque que requiere esta habilidad se basa en 2 comportamientos inherentes a un verdadero líder:

1. mirar más allá de lo obvio (pensamiento lateral y/o perspectiva amplia) (una forma de relacionarse con el mundo y consigo mismo diferente)

2. abordar los problemas desde el prisma de encontrar oportunidades (cambiamos el lenguaje: no son problemas, son retos o desafíos, que nos hablan de "posibilidad")

Si bien es cierto que, en este artículo vamos a centrarnos en la "resolución de problemas”, no debemos olvidar que, por encima de este objetivo, el líder tiene también como prioridad minimizar la aparición de dichos problemas, es decir, que, como líderes, debemos tener el coraje de anticiparnos a los problemas y abordarlos directamente antes de que las circunstancias nos enfrenten a ellos sin estar preparados y, de esta forma, además, evitar que vuelvan a suceder. Como líderes debemos mantenernos firmes en la búsqueda de estos problemas para crear y mantener el impulso de la organización y de la gente a la que servimos.

Volviendo a la resolución de problemas, del líder se espera, como ya hemos avanzado, que tenga la capacidad de dar un paso atrás ante el problema para tomar perspectiva y analizar la situación desde todos los ángulos posibles para ver más allá del problema en sí mismo. Si hacemos una única aproximación lineal, mantenemos el foco en el problema y no vemos nada más, pudiendo perder la oportunidad que nos brinda esta situación puntual de revisar algunas de nuestras prácticas, nuestros métodos y sistemas o los procesos operativos actuales.

Es cierto que, a veces, la resolución de problemas se complica porque el entorno de las organizaciones no es tan claro como uno se imaginaria y en ocasiones además se complica por la falta de recursos o presupuesto y esto hace que sea más complicado ser altamente resolutivos... No obstante, si bien esto lo hace algo más complicado, no lo hace para nada imposible.

Hay 4 comportamientos que el líder puede y debe desarrollar para implantar esta cultura de "resolución de problemas":

1. Comunicar de forma transparente - es fundamental para la cultura de resolución de problemas que se establezca una comunicación clara, precisa y transparente, donde los miedos y los puntos de vista de todos los implicados puedan expresarse libremente y sean escuchados, si miedo a juicios y/o repercusiones. La idea es simple: si conseguimos eliminar los miedos que mantienen viva la falta de unión, estaremos favoreciendo que nuestra gente sienta que puede crear puentes de unión para fortalecer la comunicación, la claridad, el buen entendimiento y la confianza. Para ello nosotros, como líderes, debemos asegurarnos de poner los medios para promover en nuestras empresas los valores de transparencia, honestidad y feedcbak con acciones claras y concretas, empezando por nosotros mismos.

No podemos suponer que basta que pidamos su colaboración para expresar sus opiniones y/o dar soluciones para que simplemente ocurra. Necesitamos crear una cultura de confianza y de dialogo abierto y honesto para que dichas peticiones se vuelvan una realidad

2. Romper con los individualismos - en algunas organizaciones todavía hoy se considera a las personas de la organización como meros recursos con coste asociado y se prima al individuo por encima del grupo. Con este enfoque, además de favorecer los conflictos, estamos perdiendo grandes oportunidades de encontrar soluciones alternativas a los problemas.

Los nuevos entornos de mercado y competitividad requieren de las empresas una estrategia donde se ponga a las personas en el centro (·"customer centry" tanto para cliente externo como para cliente interno) de forma que se favorezca la colaboración y el codesarrollo transversal y transnacional. De esta forma el líder consigue empoderar a su gente para que quieran remangarse y meterse de lleno en la tarea de solucionar problemas o, como diríamos mejor, abordar retos y desafíos, para garantizar el crecimiento de la organización y su propio crecimiento y desarrollo como profesionales.

3. Hacer de las diferencias una fortaleza - para llevar a cabo todo este proceso se requiere por parte del líder (y de la organización) una mente abierta donde precisamente las diferencias se vean como una fuente de fortaleza. Para ver nuevas aproximaciones se requieren pensamientos muy distintos y, por lo tanto, necesitamos valorar las diferencias como una fuente de inspiración para romper con viejos paradigmas que quizás ya no nos ayuden a avanzar. Se trata de llegar a una solución final explorando diferentes caminos que parten desde la perspectiva única de cada persona que participa en el proceso. (para esto las dinámicas e Manual Thinking son un recurso estupendo).

Además, este tipo de aproximaciones permite mejorar la eficiencia de los equipos, poner de manifiesto las faltas de competencias (este es el punto más incómodo y que puede provocar sabotajes del proceso por parte de algunas personas) y dejar aflorar el potencial de futuros líderes. (otras de las tareas básicas de un buen líder)

4. Conectar los puntos - un líder efectivo en la resolución de problemas ha desarrollado la habilidad de la visión global, lo que le permite saber cómo conectar de la forma más adecuada todos los puntos para crear nuevas soluciones; sabe unir de forma correcta y/o eficiente a las personas, recursos, presupuestos y conocimientos extraídos de experiencias pasadas para crear un buen campo de cultivo para que se desarrolle un plan de acción realista y que abra nuevas opciones para la organización.

Se trata de inspirar a tu gente para que la resolución de problemas se convierte en una oportunidad de colaborar y conectar entre ellos y abrir sus miradas hacia posibilidades mayores de las que podrían imaginar de forma individual. El líder necesita de esa visión global que le permita ver todas las caras del problema para favorecer la aparición de soluciones sostenibles.

En resumen...se trata de convertir la resolución de problemas (entendida como búsqueda de oportunidades) como el pilar para el crecimiento y desarrollo de nuestras organizaciones, de tal forma que sepamos realmente convertir los "errores" en fuente de aprendizaje y desarrollo, y demostrar nuestra madurez como individuos y como organización.

¿Somos unos maestros de la resolución de problemas?...

Begoña Pabón

Categoria

Coaching, Mentoring

Fuente: Coaching para tu liderazgo

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