En la sociedad digitalizada en la que vivimos, el activo más importante que poseen las empresas siguen siendo las personas. El futuro del mundo empresarial se asienta en el equilibrio; no podemos pretender una digitalización absoluta, ni personificar los procesos que están destinados a la tecnología, el futuro es híbrido.
Podemos encontrar un equilibrio, el ying-yang entre la digitalización y el poder tocar las cosas. Por ejemplo, en un proceso de reclutamiento la inteligencia artificial nos está ahorrando mucho tiempo, pero nunca podrá sustituir la importancia del diálogo y las habilidades de una persona para conocer si el perfil encaja con las necesidades del negocio.
Precisamos de inteligencias múltiples para trabajos híbridos. En TÜV SÜD España hemos creado un programa de un año y medio donde estamos desarrollando el talento equilibrado. Personas que están mejor preparadas para afrontar un mercado cada vez más complejo, donde los perfiles multidisciplinares serán necesarios. Es decir, gente con el cerebro izquierdo, lógico y organizado, y el cerebro derecho, creativo y artístico, igualmente desarrollados. De hecho, los trabajadores con perfiles híbridos están creciendo el doble de la tasa del mercado laboral general. Están entre un 20 y 40% mejor remunerados que sus homólogos tradicionales, y ahora se encuentran en todos los ámbitos de la empresa, TÜV SÜD no es una excepción.
Tener una aplicación que te permita centralizar en una base de datos todas las interacciones entre una empresa y sus clientes, es igual de necesario que poseer un comercial dotado de ciertas capacidades, como la escucha activa y la propagación de confianza.
Los trabajadores de solo un rol pueden ser o podrán ser automatizados. El trabajo híbrido solo puede ser realizado por personas. El software puede analizar datos, pero necesitamos que la gente interprete el análisis, lo aplique, y se asegure de que sea ético y válido.
Todos somos híbridos de alguna forma. El punto diferenciador de una empresa, y de la nuestra, será la habilidad de permitir que la gente tenga la capacidad de emocionarse con su trabajo, aportando este valor heterogéneo. El balance entre el conocimiento técnico y saber tratarlo como humano.
Bernard Asnong
Director de Recursos Humanos de TÜV SÜD España.
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