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La disrupción está cambiando a un ritmo vertiginoso todos los sectores. Los cambios macroeconómicos, el rápido desarrollo de nuevas tecnologías y las transformaciones en el comportamiento de los consumidores son los principales catalizadores de esta revolución en los mercados, según se desprende de la encuesta NextGen 2017, elaborada por Deloitte.

Para la elaboración de la encuesta se han entrevistado a más de 268 personas que conforman la próxima generación de directivos de empresas familiares, ofreciendo una visión holística de los retos a los que se enfrentarán en los próximos años.

Según el estudio de Deloitte, el 47% de los directivos encuestados espera que la disrupción afecte su mercado, mientras que el 49% afirma ya haberla sufrido. La disrupción no es algo negativo, de hecho, para una pequeña empresa supone una oportunidad de crecimiento rápido, siempre que sea capaz de adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones del mercado.

Tener una visión de futuro es clave para anticiparse a las disrupciones que se están produciendo, por ello deben ser tenidas en cuenta en los planes estratégico de las empresas. Sin embargo, un 27% de los encuestados afirma no hacerlo, mientras que un 10% afirma no tener siquiera un plan estratégico. En parte, esto es consecuencia de un problema generacional. En la mayoría de los casos, es menos probable que los directivos de generaciones anteriores incorporen la disrupción a su plan estratégico. Para muchos, realizar una planificación formal previa es algo que se suele considerar como innecesario.

No obstante, la próxima generación de directivos de empresas familiares está, en general, muy involucrada en adaptarse a los cambios que genera una disrupción. Comprender la naturaleza del cambio permite percibir las tendencias que están dando forma al panorama empresarial, identificar vulnerabilidades y oportunidades, así como alentar la innovación y fomentar la generación de ideas para responder ante la disrupción.

Para ello, las empresas necesitan explorar nuevos enfoques y estrategias en las que la innovación y el aprendizaje son claves para el éxito, haciendo necesaria que la cultura empresarial sostenga su estrategia y aliente la asunción de riesgos.

Para prosperar en un entorno disruptivo, las empresas familiares deberían adoptar un enfoque proactivo a la hora de gestionar el talento y ser conscientes de que la plantilla del futuro necesitará habilidades diferentes de las actuales. De este modo, la empresa familia podrá seguir siendo flexible, dinámica y abierta a nuevas ideas.