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Hoy y a punto de acabar el 2016 y empezar el 2017 quiero hacer un guiño importante a las mujeres, no en vano, más del 50% de la población mundial son mujeres, el 85% de lo que se fabrica en el mundo lo compran las mujeres, el 75% de las decisiones de la vida en general las toman “finalmente” las mujeres, y estareis conmigo, lectores del sexo masculino, que tienen una gran influencia en el otro 25% restante, porque cuántas veces hemos ido a comprar los hombres algo y al final hemos dicho al vendedor “déjame que lo consulte con mi pareja” Y esto por qué es así, porque desde la era prehistórica a la mujer le tocaba, una vez que traía la comida el hombre, tener que priorizar, tener que elegir, tener que decidir qué se podía comer, cuándo y en qué cantidad.

En la vida empresarial el 60 % de las compañías en el mundo no cuenta con presencia femenina en los consejos de administración, (en España no llega al 15%), el 50 % no tiene mujeres en puestos de dirección (en España no llega al 13%) y menos del 5 % tiene como presidenta o CEO a una mujer (en España no llega al 3%). Afortunadamente estos porcentajes van subiendo, aunque queda mucho camino por recorrer y eso que hay estudios que demuestran que si una empresa tiene un 30% en puestos de alta dirección, a mujeres, la rentabilidad de la empresa puede aumentar entre 1 y 6 puntos porcentuales más que aquellas de iguales características en las que no hay mujeres.

La mujer está muchísimo más acostumbrada a tener que elegir y decidir, para empezar porque su cuerpo produce en mayor cantidad la sustancia química “serotonina” que es como una sustancia inhibidora del riesgo, que ayuda a calmarse y tener más autocontrol para tomar decisiones. También disponen las mujeres de la hormona “oxitocina” u hormona responsable del amor que hace que se comporten de un modo más amable con su entorno. Si a esto le unimos la hormona “progesterona” que tiene la mujer en muchísima mayor cantidad que el hombre (que toma muchas decisiones por testosterona) da como consecuencia que la mujer tiene una sensibilidad especial. Además la mujer tiene una visión periférica mayor que el hombre y esto supone para ellas una mayor visión global. Tiene también la mujer mucha más memoria y en general le preocupa más el “nosotros” que el “yo”, así pues no debe sorprender por qué las mujeres que "llegan" a puestos relevantes en las organizaciones desarrollan sus responsabilidades con mayores y mejores resultados que los hombres. Y digo que "llegan" porque todos sabemos lo difícil que es para la mujer conciliar la vida familiar y laboral.

Cuando hablamos de Liderazgo siempre hablamos de ciertas cualidades y actitudes que se deben poner en práctica. En las mujeres centrándonos más en ese Liderazgo Femenino, destacan las siguientes competencias que las hacen ser a ellas, las mujeres empresarias, emprendedoras, directivas, ejecutivas, managers de departamentos, protagonistas de ese liderazgo transformador y del cambio que se requiere en la actualidad:

· La Comunicación orientada a la Acción (comunic-acción) y al movimiento mediante la creación de una insatisfacción constructiva, siempre con una gran mano izquierda. Cuando decimos puño de acero y guante de seda, ellas practican a la perfección lo del guante de seda y tienen una verdadera mentalidad orientada al cumplimiento de objetivos.

·La Persuasión para influir, porque en general no buscan el deseo de poder que sí busca el hombre, están más abiertas al cambio y compartir ideas de otras personas, a convencer más que a vencer.

·Se preocupan también de la buena presencia física, la comunicación no verbal, la voluntad de escuchar activamente y dedicar tiempo a los colaboradores para explicar con detalle lo que sea necesario y propiciar la participación.

·Tienen una gran empatía para captar la intensidad del sentimiento ajeno y los factores que determinan la conducta del otro con el objetivo de prestar ayuda de algún modo.

·La capacidad para Reconocer el trabajo bien hecho de los demás y para compartir información, sin temor. Tienen una mayor predisposición para el trabajo en equipo y para que cada integrante aporte valor de una forma ordenada y controlada.

·Y hay una gran diferencia en ellas que es lo que marca la diferencia, esa no es otra que la Pasión, la que lleva a la excelencia y a la competitividad.

Ser poderoso es como ser una dama. Si tienes que andar diciéndoselo a la gente, es que no lo eres.

Margaret Thatcher

Carmelo Sierra Sierra, fundador y director de Sierra Consulting

Fuente: Sierra Consulting

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