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Todos hemos visto imágenes en la televisión en la que se muestra a familias en el tercer mundo rebuscando en la basura para poder encontrar algo que les permita alimentarse. O sin ir muy lejos, ¿quién no ha visto a alguien rebuscando en la basura para encontrar algo que le pueda servir?

Pues bien, la Comisión Europea pretende que en un futuro no muy lejano nosotros también podamos vivir de ella. Y es que se ha propuesto que, para el año 2030, se reciclen el 70% de los residuos urbanos y el 80% de los envases, así como prohibir el enterramiento de residuos reciclables cinco años antes. También pretenden reducir los residuos marinos y el desperdicio de alimentos. Y lo que puede ser más asombroso, espera que mediante esta política se creen 20 millones de empleos. ¿Los políticos europeos se han vuelto locos? Pues no exactamente. ¿Y entonces cómo se les ha ocurrido que se pueden crear esos 20 millones de empleos de la basura? Pues debido al desarrollo de las economías emergentes. Es decir, las economías emergentes demandarán cada vez más bienes, y los recursos son limitados, por lo que será necesario aprovechar al máximo los recursos disponibles y reciclar aquellos que ya no sean útiles.

Economía verde

La Comisión pretende con esto desarrollar lo que se denomina, una economía verde, sostenible. La economía verde se caracteriza por la innovación tecnológica, la aparición de nuevos mercados y la transformación de la demanda de consumidores y empresas, en un contexto de cambio climático y de escasez de recursos a escala mundial.

Con el fin de conseguir este objetivo, pretende realizar toda una transición hacia la economía verde, para lo cual se pretende, entre otras cosas, diseñar productos que sean más fáciles de reparar, actualizar y reciclar, a la vez que crear productos más duraderos y con mejor rendimiento, así como procesos de producción más eficientes. También se pretende reducir el uso de materiales peligrosos o de difícil reciclado, ofrecer incentivos para la reducción de residuos y convertir los residuos en recursos mediante avances técnicos.

Datos

Para que nos podamos hacer una idea sobre la magnitud de este nuevo mercado, aquí van algunas cifras: La basura producida en España, según los últimos estudios publicados por el Eurostat al respecto, correspondientes a datos del año 2012, fue de 464 kilogramos por habitante, mientras que la media europea fue de 492 kilogramos. En España, aunque el 100% de los residuos urbanos son tratados,

- el 63% acaba en los vertederos (0% en Alemania, 1% en Bélgica y Suecia),

- el 10% de la basura urbana se destinó a la producción de abonos (34% en Austria y 26% en Holanda)

- el 27% restante, o bien fue reciclado (17%) o bien fue incinerado (10%).

En comparación con estos datos, según la media europea, el 34% de los residuos, acabó en el basurero, un 15% se destinó a la producción de abonos, un 27% de los residuos fueron reciclados y un 24% de los residuos fueron incinerados.

Por tanto, aún queda mucho trabajo por hacer para llegar a las cifras que comentábamos al inicio. Así que, ¿no creéis que en la basura puede haber negocio? Si quieres tener más información sobre este tema, no dejes de ver “Medio ambiente: objetivos sobre reciclado más exigentes para impulsar la transición a una economía circular con nuevos puestos de trabajo y un crecimiento sostenible” European Commission – IP/74/763 de 2 de julio de 2014. Puedes verlo pinchando aquí. Y si necesitas asesoramiento, acuérdate de nosotros.

Ricardo Moral
Senior de Sector Público en Grant Thornton