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Un coche circula por la autopista a 130 km/h bajo una lluvia intensa. La tracción, las condiciones físicas de la conducción y la visibilidad cambian de golpe. Se trata de una situación extrema para el conductor, aun cuando disponga de sistemas de ayuda a la conducción como el programa electrónico de estabilidad (ESP), el detector de cambio de carril (LDW) y el frenado de emergencia autónomo (AEB). En la actualidad, más de 100 procesadores y sensores garantizan una conducción confortable y segura en los vehículos modernos. Pero, ¿qué ocurriría si los ordenadores tomaran el control absoluto del volante y realizaran todas las maniobras de conducción por sí solos en el futuro? Los vehículos autónomos prometen un mayor confort, una experiencia de conducción totalmente nueva y, sobre todo, mayor seguridad, suponiendo que todos los sistemas funcionen sin fallo alguno durante toda la vida útil del vehículo.

Desarrollo de una movilidad autónoma segura para el mañana

No hay duda de que los dispositivos de seguridad y la funcionalidad de los complejos sistemas de ayuda adquieren una mayor importancia en los vehículos de conducción autónoma, razón por la que serán necesarios ensayos virtuales además de las conducciones de prueba en el mundo real. Los requerimientos técnicos para implantar la conducción autónoma están ya muy avanzados. Sin embargo, las reglamentaciones aún están en una fase temprana. Por eso, los expertos de TÜV SÜD participan en diferentes proyectos con el propósito de definir el marco legal para la homologación con el fin de garantizar la seguridad y la protección de los vehículos autónomos.

Un ejemplo lo constituye el proyecto PEGASUS del Ministerio alemán de Asuntos Económicos y Energía. TÜV SÜD es la única organización de servicio técnico que trabaja conjuntamente con 16 socios industriales y de investigación para formular los requisitos de métodos y herramientas para asegurar la seguridad de funciones de conducción altamente autónoma.

Los requisitos para la homologación, en concreto, aumentarán de forma muy notoria. Las normas actuales para asegurar la interacción de funciones laterales y horizontales de asistencia con los frenos y el sistema de dirección convencionales (CEE/ONU R13 y R79), por ejemplo, ya no cumplirán las especificaciones para la próxima generación de sistemas de asistencia. Los expertos de TÜV SÜD están trabajando, por tanto, en la actualización de los reglamentos con el comité especial de sistemas de ayuda a la conducción en el Ministerio alemán de Transporte e Infraestructura Digital. TÜV SÜD ya presta apoyo a los fabricantes de equipos originales (OEM) mediante análisis de riesgos, procesos de homologación y aprobación para vehículos de prueba autónomos en vías públicas.

Aspectos importantes en la conducción autónoma

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Combinación de pruebas en el mundo real y simulación

Los sistemas de frenado de emergencia autónomo (AEB) constituyen un ejemplo que demuestra la importancia de los requisitos de reglamentación para vehículos autónomos. Imaginemos la situación de un peatón que surge de entre dos coches estacionados y que quiere acceder a la calzada. La predicción de lo que acontecerá a continuación depende de innumerables variaciones de diferentes parámetros, tales como la probabilidad de detección, la velocidad del vehículo, la velocidad del peatón, la tracción del pavimento, la distancia entre el coche y el peatón, y otros muchos. Esta variedad de situaciones y parámetros es calculada instantáneamente por un vehículo que se aproxima.

En consecuencia, es necesario contemplar una enorme cantidad de escenarios para evaluar y aprobar con seguridad los futuros sistemas de ayuda al conductor. Los expertos de TÜV SÜD estiman que habrá que someter a ensayo 100 millones de escenarios antes de poder aprobar una sola función de conducción totalmente autónoma. Con el fin de contemplar cualquier situación posible, los expertos de TÜV SÜD y sus socios en el proyecto PEGASUS han estado aplicando un enfoque híbrido, en el que las pruebas de seguridad se realizan en gran medida en simulaciones virtuales y se ponen en práctica ciertos escenarios representativos seleccionados en espacios de prueba o sobre el terreno. Esta combinación de pruebas virtuales y del mundo real debería cubrir el espectro completo de funciones sin conductor y garantizar la seguridad.

La seguridad TI se convierte en el centro de atención

Las medidas de seguridad en los vehículos autónomos se ampliarán para comunicarse e interactuar más allá del propio vehículo. Esto incluye la comunicación coche con coche y la del coche con las infraestructuras, que puede producirse a través de una diversidad de protocolos de comunicación (LTE, 5G, radio, etc.).

Este nivel de conectividad y la variedad de interfaces de comunicación aumentan el riesgo de ataques de los «hackers» en los sistemas electrónicos y de información del vehículo, lo que podría afectar a su vez a la seguridad vial y a la confidencialidad de los datos de los usuarios de la carretera. La ciberseguridad y la confidencialidad son tan importantes como la seguridad de las funciones de conducción autónoma del vehículo.

Así pues, tanto para la seguridad del sistema como de las TI, los expertos de TÜV SÜD están desarrollando nuevos y fiables métodos y normas para los vehículos conectados. TÜV SÜD cuenta con una base fiable e internacional de conocimientos expertos en TI adquirida a lo largo de los años como suministrador satisfactorio de servicios de seguridad TI para distintas aplicaciones, como instalaciones industriales, proveedores de energía y ferrocarriles.