Consultoría & Consultores

Según datos de la Unesco recogidos en el informe de 2017 Cracking the code: girls' and women's education in science, technology, engineering and mathematics (STEM)1 solo uno de cada cinco países entre Europa Occidental y Estados Unidos ha logrado la paridad de género en la investigación o profesiones que impliquen aspectos técnicos, como por ejemplo la ingeniería, matemáticas, mecánica o informática. Los estereotipos relacionados con las carreras técnicas están muy presentes en nuestra sociedad donde se avanza inexorablemente hacia un mundo donde la tecnología y los puestos de trabajos técnicos jugaran un papel capital. Según el último índice de Economía digital de la Comisión Europea 2018 (The Digital Economy and Society Index DESI)2 España es junto a Irlanda, el país que experimenta un mayor crecimiento en la demanda de profesionales digitales. Diversos informes apuntan que el origen de esta desigualdad en profesiones técnicas radica en la educación. Solo uno de cada cuatro matriculados en ingenierías es mujer, según el Instituto de la Mujer3. Solo el 31,4% de los matriculados en STEM son mujeres según los últimos datos (actualizados en 2018) del Instituto Nacional de Estadística4.

¿Por qué las carreras técnicas, especialmente las relacionadas con la tecnología, son un campo mayoritariamente masculino? Y, sobre todo, ¿cómo se puede revertir esta tendencia?

Según diversos estudios realizados entre 2015-2017 de Accenture5, las niñas a partir de 12 años de edad creen que la ciencia, la tecnología, ingeniería y matemáticas son materias difíciles de aprender y están más enfocadas a los hombres. En este sentido, debemos educar desde la base tal y como apunta Irene Huguet, responsable de formación técnica TÜV SÜD España “Se deberían destinar más esfuerzos en promover la educación de los más pequeños en la igualdad, descartando tópicos y cicatrizando la brecha de género existente”. Precisamente para romper dicha brecha es imprescindible que todas las mujeres entiendan que “dedicarse a la actividad y sector laboral que quieran es cuestión de preparación, no de género”, tal y como apunta Cristina Sacristán, Project Manager ATEX de la Unidad de Negocio Process Safety de TÜV SÜD España.

Aún queda mucho camino por recorrer pues la sociedad no puede perderse el valor que generan las mujeres en todas las profesiones laborales. La diversidad de género produce riqueza en un mundo cada vez más globalizado y donde el sector tecnológico necesitará de potencial creativo e innovación. En este proceso, las mujeres al igual que los hombres deben ser agentes transformadores de la sociedad. “Las mujeres debemos formar parte del diseño de este nuevo mundo cada vez más tecnológico y global, sino lo harán otros” afirma Irene Huguet.

Para convertir la igualdad en una realidad y no en una paradoja, es necesaria también la aprobación de políticas en materia de conciliación laboral. Según los últimos datos recogidos por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el Instituto de la Mujer (2017)6 el 92,34% de excedencias laborales provienen de mujeres y el motivo principal es por el cuidado de los hijas/os. Como bien apunta Elia Azorín, responsable del departamento eléctrico de la zona centro de TÜV SÜD España: “Las mujeres debemos luchar por implantar medidas que faciliten a trabajadores y trabajadoras la conciliación laboral y familiar, favoreciendo la flexibilidad de horarios”. Según los últimos datos del 2018 del Instituto de Política Familiar en España7 tan solo 1 de cada 9 españoles (el 11,9%) puede disfrutar de un horario flexible, lo que hace que España sea junto con Portugal, el país de la UE con menos flexibilidad laboral.

“En TÜV SÜD cada vez hay más mujeres en mandos intermedios y trabajamos a diario para ofrecer las mejores condiciones a nuestros empleados y facilitar la conciliación familiar con el trabajo, un aspecto imprescindible para romper la brecha de género” afirma Bernard Asnong, Director de Recursos Humanos de TÜV SÜD España.