Las principales motivaciones de un ciberataque son el beneficio económico, la extorsión, la inoperatividad, el robo de información, la generación de alarma social y la desestabilización. Estas acciones obligan al sector de la la ciberseguridad a moverse muy deprisa y ser capaz de aportar soluciones y tecnologías al mercado que permitan anticiparse a los ciberataques.
El ecosistema de startups es un magnífico termómetro para medir la temperatura de innovación tecnológica y nuevos modelos de negocio que genera un país o ciudad.
Las startups y su aportación disruptiva son una realidad a día de hoy y, aunque se ha avanzado muchísimo, todavía se nos presentan retos como acercarlas a la gran empresa e integrarlas como motores de innovación de las mismas, así como adoptar sus soluciones para mejorar la vida de las personas mediante sus propuestas y soluciones.
La confluencia de tecnologías disruptivas como el Big Data, Cloud Computing, Blockchain, IoT y la innovación abierta basada en API’s, nos brindan la oportunidad de convertir nuestras empresas en plataformas tecnológicas e intercambiar información con terceros, obteniendo mayor valor añadido y generando nuevos modelos de negocio. Sin embargo, también representan un objetivo para la “industria” del cibercrimen, donde cualquier pieza de información es “monetizable” y genera un beneficio económico para toda la cadena de valor de la ciberdelicuencia.
Las principales motivaciones de un ciberataque son el beneficio económico, la extorsión, la inoperatividad, el robo de información, así como la generación de alarma social y desestabilización. Estas acciones ponen de manifiesto que los “malos” siempre van por delante, lo que nos obliga al sector de la ciberseguridad a movernos muy deprisa y ser capaces de aportar soluciones y tecnologías al mercado que permitan anticiparse a los ciberataques.
En este sentido, el ecosistema de startups es clave por la rapidez, flexibilidad y, sobre todo, capacidad innovadora que nos aportan, proponiendo soluciones y mejorando aspectos clave en las tecnologías ya existentes en el mercado.
Es necesario que seamos capaces de crear un modelo de trabajo híbrido, que combine startups con grandes firmas de servicios profesionales para ofrecer soluciones conjuntas a los retos a que se enfrentan cada día las empresas en materia de ciberseguridad.
Las startups tienen la ventaja de ser muy ágiles y de probar soluciones y enfoques disruptivos para conseguir sacar al mercado una solución tecnológica o un modelo de negocio innovador en muy poco tiempo. En este sentido, es clave trabajar de manera conjunta, startup y gran empresa, sumando lo mejor de cada una de ellas.
Xavier Gracia - Socio de Risk Advisory Ciberseguridad
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