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Todos nos hemos encontrado alguna vez con una situación compleja que no tenemos claro cómo abordar: un desacuerdo con nuestro jefe, con un familiar, amigo o conocido. Un proveedor que no te ha entregado su producto o servicio como esperabas… se producen muchas situaciones de este tipo. A menudo, abordar la conversación necesaria para negociar la resolución del conflicto nos crea tensiones y no tenemos claro cómo hacerlo. En nuestra cabeza se mezclan las emociones que nos genera el problema, los hechos que nos han molestado, la percepción que tenemos respecto a la otra parte implicada, en un “totum revolutum” que, muy a menudo, nos conduce a discusiones que no acaban bien. Con la consiguiente frustración, amén de no alcanzar el resultado que esperamos o necesitamos.

A continuación te presentamos 4 tips que te permitirán preparar y abordar las conversaciones complejas con muchas más posibilidades de éxito.

Define los objetivos que persigues con la conversación

Reflexiona, y define claramente qué pretendes conseguir con el debate: un aumento de sueldo, un descuento en un producto que no estaba en condiciones, etc.

Especifica con el máximo nivel de detalle posible el output a obtener.

No pongas más de uno o dos objetivos por conversación. De otro modo, se generará dispersión y será más difícil incluirlos todos en la conversación.

Prepara los argumentos

Son las razones, motivos o mensajes de peso que avalan tus demandas. Siempre deben estar basadas en hechos objetivos: “me lo merezco” no significa nada. “he superado en un 120% los objetivos de ventas que se me propusieron es un hecho objetivo.

Te permite justificar tus objetivos, te da credibilidad y solidez para hacerlo factible.

Identifica las resistencias

Si reflexionas con calma, podrás hacer un check list de las resistencias que puede poner encima de la mesa la otra parte, ya sean de índole profesional o personal. Es importante que las manejes y te anticipes. De este modo, generarás la sensación de que conoces a la otra parte, y reducirás el impacto de sus objeciones cuando las plantee.

Encuentra y plantea los beneficios

Todos tendemos a implicarnos más, o estar más dispuestos a ceder terreno, si vemos la posibilidad de obtener algo a cambio. Por tanto, si planteas cómo puede beneficiar a la otra parte entrar en la negociación, tendrás más posibilidades de éxito.

Los objetivos y argumentos darán credibilidad a tu discurso. Las resistencias y beneficios aumentarán las posibilidades de implicación de la otra parte. Te invitamos a que lo pruebes y nos cuentes cómo te ha ido.

¡Buena suerte!