La industria turística española, tradicionalmente basada en un exitoso modelo de sol y playa, necesita reinventar su fórmula de éxito. El sector, apoyado por la Administración, viene trabajando en un cambio de paradigma que permita mantener y mejorar el liderazgo turístico español en el siglo XXI.
El desarrollo de un nuevo modelo de este calado implica cambios estructurales importantes, que llevan su tiempo. Por otra parte, el viejo modelo goza aún de una mala salud de hierro. Probablemente, lo más sensato y operativo es, por una parte, subir de categoría al turismo de sol y playa (renovación de destinos maduros, calidad del servicio, formación de nuestros profesionales, etc.) y, paralelamente, poner en marcha un modelo de mayor diversificación y valor añadido. De modo que el nuevo modelo complemente y vaya sustituyendo de forma paulatina al modelo anterior, conviviendo ambos, complementándose y reforzándose mutuamente.
Nuestro país es un líder mundial en turismo: fue el tercer país más visitado del mundo en 2013, con casi 61 millones de visitantes, y el segundo en ingresos generados. En 2014 volveremos a batir nuestra propia marca, y todavía contamos con un amplio potencial de desarrollo. Esta industria representa actualmente el 11% del PIB y el 12% del empleo en España, y registra tasas anuales de crecimiento superiores al 5%.
El turismo como dinamizador
El turismo es uno de los sectores que más rápido crece en todo el mundo y tiene, además, numerosas conexiones, tanto verticales como horizontales, que lo convierten en una importante locomotora capaz de dinamizar otros muchos sectores.
Según estimaciones de la Organización Mundial de Turismo, el sector movió 1.087 millones de personas en 2013, y se espera que esta cifra alcance los 1.800 millones en 2030…Y el 80% de ese crecimiento se espera que venga de países y economías emergentes, donde España aún no cuenta con una presencia o notoriedad relevante.
La climatología, las costas, la gastronomía, la riqueza histórica y monumental, las infraestructuras hotelera y de transportes, la seguridad ciudadana, la oferta de ocio y deportiva, los servicios sanitarios, los entornos naturales: todo ello forma parte del arsenal competitivo que nos ha llevado al liderazgo y que nos permite afrontar el futuro de forma optimista.
El sector se ha marcado una amplia y apasionante lista de tareas en las que ya está trabajando:
- Promocionar la marca España
- Ampliar los mercados, sobre todo los emergentes
- Diversificar la oferta y personalizar los servicios
- Renovar las infraestructuras y reconvertir destinos ya maduros
- Reducir la estacionalidad
- Mejorar en la formación y atraer y retener el talento
- Ayudar a nuestras empresas en sus procesos de internacionalización
- Mejorar la sostenibilidad medioambiental del sector
- Ayudar a explotar las sinergias que ya existen
Creemos que la innovación centrada en el turista es el camino. El talento, la creatividad y la iniciativa empresarial, apoyada por las administraciones, son las poderosas herramientas que nos deberían ayudar a recorrerlo.
Ramón Galcerán
Socio de Advisory de Grant Thornton
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