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Talento jul-ago 2018

Coaching y tu mina de oro es el editorial de Jaime Bacás que se apoya en una entrevista a Andrew Carnegie, un emigrante que llegó a convertirse en el hombre más rico de EEUU de su tiempo, para señalar que “un líder inspirador es aquel que lidera a sus colaboradores con habilidades de coaching para que lleguen a ser mejores personas y, de esa forma, puedan impactar de forma similar en otras…”

Con el título Del santo grial de la motivación, Miguel Labrador aborda este elemento crítico en el mundo empresarial y afirma que “cada persona es dueña de su propia motivación, y a lo máximo que podemos aspirar como managers, coaches o mentores que dirigimos y desarrollamos personas es a entender cómo la llegamos a construir, con la idea de ser más efectivos en nuestra capacidad para participar e influir activamente en su generación.”. ¿Deseas conocer cuáles son los “ladrillos y el cemento” con los que se edifica… y cuál es el contenido de nuestra motivación y cómo la estructuramos?

En Tienes derecho a ser asertiv@ Iván Yglesias-Palomar realiza un abordaje clarificador a esta habilidad relacional crítica –más bien un derecho, afirma- tan necesaria como desconocida y mal practicada. Si quieres un tratado concentrado sobre asertividad no puedes dejar de leer este artículo… y si, como consecuencia de ello, lo consideras un derecho personal será muy probable que elijas ponerlo en práctica… y tu vida cambiará.

El pecado original del mentoring en España es el artículo de Jaime Bacásen el que identifica cual es el origen o causa principal de que la efectividad de los programas de mentoring que se realizan en nuestro país sea colosalmentemejorable. El lector interesado en esta herramienta tan potente y eficaz en el desarrollo de personas, es decir, en la preservación y potenciación del Capital Experiencial de tu organización, es probable que se sorprenda al conocer la simplicidad de los dos elementos que conforman ese pecado original.

Desde Atesora Group te invitamos a dedicar once minutos y ocho segundos de tus vacaciones, tan cercanas ya, a responderte reflexiva y honestamente esta pregunta: ¿cuál quiero que sea el propósito de mi vida? Cuando hayas escrito la respuesta -sí, sólo puede funcionar si la escribes- pregúntate un escueto “¿para qué quiero… (añade el propósito que has escrito)”. Escribe –sí, escribe- esa nueva respuesta debajo de la anterior y pregúntate varias veces más “¿para qué quiero … (añade cada vez tu última respuesta)? Sabrás perfectamente cuando has acabado este ejercicio.

¡Ojo! ¡Importante! La pregunta es “para qué”, no por qué.

Si no te ha servido para nada no te enfades ¿No crees que once minutos y ocho segundos de tus vacaciones es una inteligente inversión para poder descubrir o confirmar lo que realmente quieres?

A algunas personas este simple ejercicio les ha cambiado su vida… a mejor, claro.