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Cuando hablamos de lean manufacturing (concepto traducido a veces como “producción ajustada o sin desperdicios”), nos estamos refiriendo a una filosofía de gestión orientada a la excelencia;  en la que se trata de eliminar todos los procesos o tareas que no aportan valor  aprovechando al máximo los recursos, experiencia y know-how de la organización.

Dadas sus ventajas, muchas empresas han intentado implantar este modelo en los últimos años. Sin embargo, no todas han tenido éxito en esta aventura. ¿Por qué?

La respuesta es muy sencilla. Porque para que un proyecto de lean manufacturing triunfe, deben darse unas condiciones esenciales, entre otras:

- Tener muy claros los objetivos. El enfoque lean trata de ajustar la producción a la demanda, flexibilizar los procesos y dar una mayor capacidad de respuesta ante los imprevistos. Para ello, se busca eliminar las actividades que no aportan valor añadido, evitar los desperdicios, y buscar la satisfacción del cliente.

- Desarrollar una implantación coherente y ordenada. El plan de acciones debe incluir: selección del equipo de trabajo, formación al equipo, identificación de oportunidades de mejora, definición de acciones, aplicación de las técnicas lean adecuadas, y una vez comprobada su eficacia hacer la extensión  al resto de áreas.

- Disponer de una dirección comprometida con el proyecto. La introducción del nuevo sistema supondrá cambios en la organización. Sin el apoyo de la dirección, será muy difícil llegar al final sin que algunas decisiones se tambaleen.

- Conocimiento de la filosofía y de las técnicas a aplicar. La formación sobre conceptos como flujo de valor y enfoque pull de la producción es fundamental para las personas que van a integrarse en el proyecto.

- Disponer de las figuras adecuadas (líder, facilitador y un equipo de trabajo multidisciplinar). Es indispensable que el líder del proyecto tenga gran conocimiento de la filosofía Lean, así como la capacidad para entender la situación actual, y visualizar la situación futura. De este modo,  junto con el equipo, podrán detectar los puntos débiles de los procesos, desarrollar un plan de ruta y priorizar las técnicas a aplicar. Asimismo, es importante que la figura del facilitador corresponda a una persona dentro de la organización con “poder” suficiente para asegurar que se aplican los cambios propuestos.

- Es recomendable escoger un área o familia de productos piloto donde desarrollar la implantación, para su posterior expansión al resto.

- Trabajar en la ejecución correcta de las acciones derivadas de las oportunidades de mejora detectadas. Esto significa trabajar en el terreno y no solo en la parte de diagnóstico (la teoría).

Seidor cuenta con un equipo muy experimentado en la ejecución de proyectos lean, tanto en la fase de diseño y planificación como en el posterior acompañamiento a la organización para verificar que se están implantando correctamente las acciones definidas. Hemos llevado a cabo proyectos de este tipo no solo en el sector industrial sino también en el de servicios y en la administración pública. Y en todo el territorio nacional , gracias a nuestra extensa red de oficinas.

¿Está su empresa decidida a dar el salto a la producción o gestión lean? Seguro que estaremos muy cerca para ayudarle.

Ramón Alcón
Consultor Sénior de Operaciones en Seidor
Ingeniero Industrial Superior por la UPC y posgraduado en Dirección de Operaciones. 10 años de experiencia en proyectos de mejora en el sector Industrial, de los cuales, la mayor parte focalizados en proyectos de Lean Management.