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Aunque sea necesario acotar su utilización exacta, la gamificación se ha convertido en toda una tendencia en el ámbito de los recursos humanos. No se trata de una mera moda pasajera, sino de una técnica que ha llegado para quedarse. Buena prueba de ello es que en 2018 las empresas a nivel mundial invirtieron 5,5 billones de dólares en medidas y programas de este tipo y se espera que esa inversión llegue hasta los 11 billones en 2020.

La prestigiosa consultora Deloitte estima que en los próximos años un 25% de los procesos de las compañías incluirán técnicas de gamificación, mientras que Gartner eleva ese porcentaje hasta el 50%. Lo que sí es ya una realidad es que el 70% de las empresas de la Global 2000 List utilizan esta técnica en alguno de sus procesos en el área de recursos humanos.

Qué es la gamificación

Es una técnica basada en la utilización de mecánicas y dinámicas de juego con el objetivo de ayudar a los empleados a desarrollar nuevas habilidades y competencias profesionales, aunque también se puede llegar a usar en la selección de personal.

Gamificación en la gestión de personas

La gamificación en la empresa es algo cada vez más habitual. A través de esta técnica, las organizaciones son capaces de atraer y retener el talento.

Motivación

Los juegos son divertidos, lo que incita a los participantes a seguir jugando. Además, se puede generar una competencia sana entre los propios empleados para ver quién es el mejor e incluso establecer premios para quienes destaquen frente al resto.

Esto ayuda a mantener a los empleados más motivados. El juego se convierte en una forma de romper la rutina diaria pero sin descuidar las obligaciones laborales. No es tiempo perdido, es tiempo aprovechado en la mejora personal y laboral del trabajador.

Formación

Mientras juega, el trabajador puede ir desarrollando nuevas habilidades y competencias que necesite para su puesto. La gamificación también es una buena forma de inculcar en la plantilla el espíritu empresarial.

Clima laboral

La competencia sana que se genera, y el hecho de que muchas veces los trabajadores tengan que colaborar entre ellos para conseguir objetivos, contribuye a mejorar sus relaciones y con ello el trabajo en equipo y el clima laboral.

A esto se suma que evita la fuga de cerebros, mejora la productividad y evalúa el desempeño, por lo que ayuda al departamento de RRHH a conseguir sus objetivos.

Gamificación, ejemplos de éxito

Stewart Agency

Esta agencia de seguros puso en marcha un juego gracias al que sus empleados pudieron recoger en dos meses más del doble de las direcciones de correo electrónico de posibles clientes que recogían en tres años. Cada uno de ellos tenía que buscar perfiles de personas que pudieran ser clientes potenciales de la aseguradora y realizar una tarea de investigación para intentar averiguar su correo electrónico. Todo ello planteado como un juego en el que ganaban más puntos cuantas más direcciones conseguían.

Correos

Esta entidad usó una plataforma de gamificación para conseguir que sus empleados aportaran ideas para renovar su web. En apenas dos semanas se recibieron tantas propuestas que la empresa pudo ahorrar un 70% en el proceso de renovación de la web gracias a las ideas de sus trabajadores.

CaLLogix

La empresa desarrolló un programa de gamificación destinado a mejorar los hábitos físicos de sus trabajadores y reducir el estrés. A través del juego se animaba a los empleados a practicar ciertos ejercicios de estiramientos durante la jornada laboral y se les planteaban situaciones hipotéticas que luego les ayudaban a lidiar con situaciones reales que podían darse en su trabajo. Con ello consiguió reducir el absentismo laboral en un 80% en tan solo un año.

Como se puede ver, con un poco de ingenio y algunas recompensas creativas, se puede conseguir despertar el gen competitivo de los empleados para conseguir alcanzar determinados objetivos de una manera mucho más amigable. Anímate a crear tus propios juegos y gamifica tu empresa.