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Los próximos dos años se avecinan movidos, así lo indican los datos que predicen la penetración en las empresas de las tecnologías disruptivas y la llegada del 5G, y en las que van a verse obligadas a cambiar sus procesos gestionados, desde su forma de interactuar con el negocio y realizar operaciones, a su forma de procesar la información.

La nube, el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), la Realidad Mixta y Aumentada, el Machine Learning o el 5G fuerzan el cambio en las reglas del juego empresarial.

La gestión del negocio se vuelve transversal, flexible y altamente competitivo y la tecnología disruptiva no hace más que acelerar los cambios. Para sobrevivir, es necesario empezar a evolucionar desde ahora.

La inversión tecnológica en las empresas conlleva beneficios económicos analizables: productividad y rentabilidad van a la par, así lo constata IDC: un tercio de las organizaciones que invierte hoy en nuevas tecnologías de la información para la optimización de la gestión experimenta un crecimiento considerable de su negocio.

La economía digital sigue su ritmo de crecimiento.

En 2021 el 50% del PIB mundial procederá de la transformación digital de las organizaciones, lo que nos indica que la economía digital seguirá creciendo exponencialmente los próximos dos años.

La adopción de la nube en las organizaciones será de un hecho en 2020.

La Realidad Mixta y Aumentada seguirá creciendo exponencialmente en las empresas, para todo tipo de usos dadas sus posibilidades; todos los sectores empresariales podrán beneficiarse de su uso de forma extensible.

La Inteligencia Artificial, cuya inversión alcanzará los 47 billones de dólares en 2020 frente a los 8 billones de 2017, también experimentará una penetración alta en las organizaciones los dos próximos años dada su integración a todas las tecnologías disruptivas del mercado tecnológico.

El uso de dispositivos conectados IoT, para la eficiencia de los procesos de producción, combinados con la adopción del 5G mejorarán no solamente la eficiencia en cuanto a los procesos de producción, alcanzando una perfección productiva sin precedentes, si no que impondrán nuevos modelos en las formas de hacer negocios todavía inexplorados.

¿Qué nos queda entonces para ser mejores que nuestros competidores dado que la tecnología se impondrá como valor empresarial incuestionable?

Lo que dará un giro competitivo a los negocios bien gestionados, dado que las nuevas tecnologías han llegado para imponerse, será apostar por la creatividad empresarial, adoptando esas nuevas formas de aproximación que las empresas con un alto nivel creativo sean capaces de "crear", es decir, las nuevas formas que adopten las empresas al ejecutar su negocio y lo que hasta ahora es la gestión empresarial, dándoles un margen diferencial con respecto a sus competidores.

La pregunta es, pues, ¿estaremos preparados para ser altamente creativos e innovadores?