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El debate sobre la productividad ha girado siempre en torno a la misma pregunta: ¿ser productivo es trabajar más o trabajar mejor? Aunque todos sabemos que la opción  correcta es la segunda, muchas veces las empresas se dejan llevar por la dinámica del presentismo laboral, en lugar de fijarse en otros aspectos clave como la planificación, el aprovechamiento de los recursos o el cumplimiento de objetivos.

De hecho, y debido en gran parte al uso generalizado de smartphones y tabletas, las jornadas laborales se alargan en muchos casos de forma injustificada, lo que supone que los trabajadores arrastrarán después un gran agotamiento físico y mental. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al último trimestre de 2013, los trabajadores asalariados en España realizan cada semana un total de 2,5 millones de horas extraordinarias no remuneradas, lo que supone un aumento del 11,4 % respecto a 2012.

La reducción de plantillas a la que se han visto obligadas por la crisis muchas empresas -especialmente las pymes- exige un esfuerzo extra a los empleados que permanecen en ellas, que deben trabajar de forma más eficiente y productiva que nunca. Ahora bien, nunca debe confundirse eficiencia con presencia. Ser productivo consiste en cumplir los objetivos marcados, aprovechando al máximo los recursos y ligando todos los procesos y tareas a la estrategia global del negocio.

Favorecer la productividad implica, por encima de todo, ahorrar tiempo. Para ello, el uso eficiente de la tecnología, combinado con la aplicación de buenas prácticas en los procesos de negocio, es clave. Con el objetivo de identificar, medir y asegurar los noveles de  productividad deseados en la plantilla, el diagnóstico de productividad que le proponemos en Seidor se basa en Software Productivity Assessment (SPA) del entorno Microsoft. En este análisis, se define el tipo de usuarios, los procesos en los que participan, las soluciones que necesitan para desempeñar su labor de forma eficaz y el nivel de rendimiento de las herramientas informáticas utilizadas en la empresa.

Además de revisar los procesos y las herramientas tecnológicas colaborativas, se identifican elementos determinantes como los “ladrones del tiempo”, los “cuellos de botella” y los problemas de colaboración o comunicación inter departamental (gestión del conocimiento, flujo de comunicación, etc.). A partir de aquí, se construye un modelo de futuro que incluye las principales líneas de acción, para conseguir un incremento de la productividad en el puesto de trabajo, y la definición de las herramientas colaborativas, necesarias para incrementar la productividad de los trabajadores.