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La tecnología nos ofrece la posibilidad de replantear el modelo de negocio para sobrevivir como empresa. Ser innovadora es fundamental, pero por sí sola la tecnología no le conduce a innovar, debe innovar desde el centro del replanteamiento del modelo de negocio y ¿cuál es hoy el centro?

Ese replanteamiento debe realizarse tomando el punto de vista del cliente: el cliente es el centro, nos lo dicen constantemente, pero: ¿sabemos qué hacer con nuestro negocio para que así sea?

Cómo mejorar los resultados de la compañía.

Las empresas con mayor crecimiento y beneficios son las que enfocan la innovación centrándose en sus sistemas de negocio. (Estudio)

  1. ¿Qué quiere nuestro cliente?

  2. ¿Le ofrecemos lo que quiere?

  3. ¿Cómo darle lo que quiere?

Para saber lo que quiere el cliente podemos usar las tecnologías más innovadoras que el mercado tecnológico nos brinda.

Las tecnologías de la información más innovadoras nos ayudarán a saber en qué situación se encuentra nuestra empresa ya que al saber qué es lo quiere nuestro cliente sabremos si realmente estamos dándole lo que quiere de nosotros.

Las herramientas que facilitan la realización de consultas a los clientes son las más efectivas para recabar los datos a utilizar. Soluciones, herramientas y servicios de Inteligencia de Negocio van a ser muy útiles para dicho cometido.

Una vez recabada la información que queramos analizar es momento de usar los datos obtenidos para su análisis.

Los datos recogidos en nuestras encuestas permitirán crear unos patrones conductivos de nuestros clientes, es decir, ordenarlos, estructurarlos para poder analizarlos y sacar las conclusiones. Así pues, podremos distribuir a nuestros clientes en conjuntos clasificados por necesidades e intereses, como, por ejemplo, en: Cliente A, Cliente B, Cliente C.

En cada conjunto situaremos a los clientes que coincidan en sus inquietudes y necesidades, es decir, a los clientes "parecidos", pero, además, a su vez, podremos crear subconjuntos combinados entre ellos, en los que confluyan otros valores en los cuales haya ciertas similitudes; las que puedan producirse entre estos conjuntos previamente diferenciados, clasificándolos como, por ejemplo, en : Grupo 1 (Cliente A y Cliente B), Grupo 2 ( Cliente A, Cliente B y Cliente C), Grupo 3 (Cliente B y Cliente C), Grupo 4 (Cliente A y Cliente C) y Grupo 5 (Cliente A, Cliente B y Cliente C). Y así clasificándolos hasta quedar estructurados e identificados de forma amplia.

Un sistema innovador es una poderosa ventaja competitiva (muy pocas empresas lo utilizan) Esta es quizá la ventaja más evidente: se trata de enfocarse en innovar en los aspectos donde la competencia no está actuando.

El análisis para las conclusiones.

Una vez realizadas todas las clasificaciones necesarias, es el momento de realizar el análisis extenso para sacar las conclusiones necesitarías que nos ayuden a responder a la segunda pregunta que os planteábamos, ¿le ofrecemos al cliente aquello que quiere? Las respuestas vienen solas: sí, no, a medias, en este conjunto de clientes debemos potenciar tal aspecto, en este otro mejorar el mismo aspecto, otro, etc.,

La siguiente pregunta va a ser la que despliegue todo el potencial innovador de la compañía: ¿cómo darle al cliente lo que quiere?

Un nuevo producto o servicio es más o menos fácil de copiar. Un sistema completo es mucho más difícil de replicar con éxito.

El consecuente despliegue de la tecnología necesaria en la compañía para darle al cliente aquello que ahora sabe que necesita, tras el análisis que ha podido realizar.

Las ventajas de implantar modelos de negocio innovadores, empiezan desde el punto de vista del cliente, innovar en este tema se extiende más allá del modelo cortoplacista, haciendo que se produzca el crecimiento sostenible en el tiempo y los resultados que desea conseguir.