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Los Ayuntamientos son las entidades que tienen la competencia en materia de contaminación acústica, pero en muchos casos no disponen de los medios necesarios para afrontar las mediciones in situ según establece el marco legal. Es por este motivo que en algunos casos solicitan la asistencia al Servei de Prevenció i Control de la Contaminació Acústica i Lumínica de la Generalitat de Catalunya (SPCCAL) que externaliza mediante concurso público parte de estas mediciones. Las empresas que se presentan a dicho concurso deben ser expertas en contaminación acústica y deben contar con la acreditación como Entidad de Control para la Prevención de la Contaminación Acústica (EC-PCA). TÜV SÜD ATISAE es una de las empresas expertas que cuenta con dicha acreditación.

TÜV SÜD ATISAE tiene una amplia experiencia en este ámbito ya que viene colaborando con el SPCCAL desde 2012. Cabe destacar que en el 80% de los expedientes asignados durante estos años la molestia por contaminación acústica está originada por actividades, como por ejemplo el ruido generado por los clientes de un bar, la música de un local de fiestas, los compresores frigoríficos de un supermercado, etc. En el 20% restante la molestia proviene de infraestructuras viarias o ferroviarias.

Esta semana se celebra la tercera edición de la Setmana sense Soroll (SSS), que promueve iniciativas en el marco de la prevención de la contaminación acústica, como la sensibilización y la educación ambiental, con el objetivo de dar visibilidad a las herramientas de gestión y control así como impulsar la colaboración entre administraciones con diferentes responsabilidades y/o competencias en la materia para optimizar recursos y poder ofrecer una solución más rápida y eficaz. Bajo el lema “Silenciemos el ruido”, la SSS del 2019 tiene como objetivo poner en valor todas aquellas actuaciones y/o acciones que permiten mejorar la calidad acústica de nuestro entorno.

Se cumple también un año de la segunda edición del Congrés Català d’Acústica acusti.cat, en el que TÜV SÜD ATISAE participó activamente ofreciendo una ponencia en la que se debatía sobre la representatividad de las mediciones acústicas. A raíz de las cuestiones planteadas en dicha ponencia, a día de hoy se ha creado un grupo de trabajo en el que intervienen administraciones y entidades de control para establecer criterios de actuación para situaciones concretas de difícil solución.

Según los últimos datos facilitados por el Departament de Territori i Sostenibilitat de Generalitat de Catalunya el 75% de la población de Cataluña está expuesta a ruidos que pueden suponer algún tipo de molestia. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomendó en 2001 un máximo de 55 dBA durante el día. En Barcelona la cifra alcanza los 65 dBA, según un estudio sobre mediciones acústicas realizado por la Universidad Central de Cataluña y la Universidad de Vic. Según el mismo estudio, el 88% de los pisos de Barcelona están expuestos a altos niveles sonoros.

Así pues, las mediciones de contaminación acústica son totalmente necesarias para establecer los niveles de contaminación acústica a los que está expuesta la población y sirven precisamente para dar visibilidad a este problema e iniciar los trámites legales necesarios para paliar o incluso finalizar las molestias acústicas que sufren muchos ciudadanos.