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Hace unos días me dio por mirar hacia atrás y hablando con un amigo empezamos a comparar lo que vivíamos hace unos años y lo que vivimos hoy … esas famosas frases de …”cuanto ha cambiado nuestro mundo“… “antes era más fácil tomar decisiones”… y otras similares empezaron a aparecer en nuestra conversación y al final llegamos al vocablo de “moda”…estamos en un entorno VUCA.

VUCA es un acrónimo que responde (por sus siglas en inglés) a un entorno concreto determinado por la Volatilidad (Volatility), la Incertidumbre (Uncertainty), la Complejidad (Complexity) y la Ambigüedad (Ambiguity).

Esta descripción toma en consideración 2 variables:

a) el conocimiento (cuanto sabemos/no sobre una situación determinada)

b) la predictibilidad ( en qué grado podemos/no anticipar el resultado/s de nuestras acciones con cierto grado de acierto)

Tratando de entender mejor como este entorno VUCA describe nuestra sociedad actual, vayamos por partes.

  1. Volatilidad – cambios vertiginosos y constantes en todas sus características, es decir, son cambios diferentes en cuanto a tipo, velocidad, volumen y magnitud. Yo suelo a veces bromear en mis talleres con la frase de “te acuestas un día con un entorno y te levantas a la mañana siguiente con otro”….
  2. Incertidumbre – no hay variables que nos permitan un alto grado de predictibilidad sobre las acciones que emprendemos
  3. Complejidad – ya no hablamos de situaciones o problemas complicados…hablamos de situaciones complejas, donde no hay una conexión clara entre causa y efecto, donde hay muchos factores que afectan al mismo elemento y, por lo tanto, son situaciones que requieren de abordajes diferentes a los tradicionales.
  4. Ambigüedad – ya no tenemos una descripción precisa de las realidades en las que nos movemos, hecho además reforzado por la multiplicidad de significados que puede tener una misma realidad.

Se trata de un mundo donde el cambio es cada vez más rápido, el futuro se vuelve menos previsible, las opciones se incrementan exponencialmente y el modo de reflexionar sobre esas opciones debe ser diferente.

En realidad, estamos asistiendo a un cambio de paradigmas que se produce, con o sin nuestra aprobación… estamos hablando de realidades presentes que debemos saber gestionar de cara a un futuro que, en muchas ocasiones, no acertamos tan siquiera a imaginar.

Se nos demanda un cambio de patrones…hasta ahora nos hemos acostumbrado a la premisa de que podíamos predecir el futuro mirando al pasado y ahora… nada de eso nos sirve. Tenemos que tomar decisiones constantemente con un sinfín de variables de las que no solemos tener demasiado control sobre su futuro.

¿Estamos preparados para este entorno?…

¿Nos sentimos seguros?… ¿Sabemos convivir con la incertidumbre? …

¿Sabemos trabajar con la posibilidad de lo imposible?…

Necesitamos cambiar el enfoque… hasta ahora nos habíamos acostumbrado a trabajar con el concepto de “probable” (siempre en base a lo sucedido en el pasado, en base al análisis racional y detallado de lo sucedido y de variables más o menos predecibles) y ahora necesitamos trabajar con el concepto de “posible” (cualquier cosa puede suceder) donde las posibilidades se multiplican exponencialmente transformando cualquier situación en una situación compleja que requiere múltiples abordajes y muchas perspectivas a considerar. (complejidad versus simplicidad)

No todo son malas noticias… podemos adaptarnos y aprender a gestionar este entorno… Únicamente necesitamos cambiar algunos patrones para desarrollar nuevos hábitos. Necesitamos:

  • aprender a conversar de forma diferente (tener conversaciones eficientes y de impacto)
  • aprender a recopilar la información de forma diferente trabajando con el conocimiento y la perspectiva de otros (inteligencia colaborativa)
  • crear nuevas formas de establecer estrategias y planes donde tengamos en cuenta la influencia mutua de cada elemento del sistema sobre el propio sistema.

Este entorno empieza a ser muy demandante ya a nivel individual pero lo es todavía mas en el ámbito empresarial. Los líderes organizacionales de hoy necesitan aprender de nuevas habilidades para abordar las demandas cada vez más complejas de su desempeño lo que requiere de nuevos enfoques y aprendizajes de habilidades y sistemas que no solo van a permitirles sobrevivir sino incluso a tomar ventaja.

Este nuevo paradigma en las empresas se puede resumir en los siguientes puntos críticos:

. Enfoque en el “ser” versus el “tener” (los valores de hoy son cambiantes y más enfocados en la persona)

. Enfoque en el “nosotros” versus el “yo” ( ganar- ganar versus competir)

. “Lideres” versus “jefes” (inspiración y ejemplo versus mando)

. El “largo plazo” versus el “corto plazo”

. “El camino cuenta” versus “solo importan los resultados” (seguimos buscando resultados pero no a cualquier precio)

. “Creatividad” (hemisferio derecho) versus “Rutina” (hemisferio izquierdo)

En definitiva…. ahora nos centramos en las personas antes que solo en el producto.

Y si de personas hablamos…creo que hay un ingrediente que se convierte en fundamental para articular con éxito todo este entorno: el entusiasmo. ¿Cómo podemos fomentar este entusiasmo en nuestras organizaciones?…

Se trata de propiciar organizaciones en las que tengamos presente y hayamos articulado fórmulas para desarrollar los siguientes elementos:

  1. Una Visión retadora que inspire y se alinee con los valores de las personas que integran la organización
  2. Creatividad para dejar espacio a nuevas ideas, a nuevas perspectivas y a la posibilidad de realización de las personas al sentir que contribuyen con sus ideas y/o conocimientos
  3. Buen humor... las situaciones complejas no tienen que ir asociadas a la seriedad… los espacios para el disfrute del equipo, para las risas y para la comprensión mutua son necesarios.
  4. Optimismo inteligente … no se trata de no ver la realidad, pero… ¿por qué verla siempre con un cristal oscuro?… El optimismo inteligente se alimenta de posibilidad, de capacidad, de potencial, de aprendizaje, de reconocimiento y de ilusión.
  5. Motivación … creemos entornos y retos que creen motivos para impulsar a otros a la acción… retos que merezcan la pena, que tengan un propósito más allá del beneficio económico.

Si queremos generar entusiasmo en nuestras organizaciones necesitamos alimentar la pasión… crear ambientes donde no solo el pensar, sino el actuar se haga en clave positiva, donde existan espacios para el diálogo que generen confianza, donde se fomente la creatividad y se escuchen las ideas, donde se use el conocimiento colectivo para abordar situaciones complejas (inteligencia colectiva), donde se permita explorar, crecer, jugar…

Hace ya tiempo que hemos venido diciendo que la ventaja competitiva de nuestras organizaciones son las personas, pero si hay algún momento de nuestra historia en la que esto sea especialmente cierto y necesario es ahora…en este entorno VUCA. Podemos y debemos enfocar nuestras actividades empresariales en las personas para alcanzar resultados “win-win” en el medio y largo plazo.

Como dice Jose Miguel Arroyo Quero en una de sus publicaciones, este entorno VUCA, en palabras de Bob Johansen (autor del libro “Los lideres hacen el futuro” , debe gestionarse, por contraposición, desde otro VUCA:

a) Abordar la Volatilidad y la hiperconexión de variables con Visión de Futuro

b) Afrontar la Incertidumbre (Uncertainly) con Entendimiento (Understanding), conocimiento, comprensión y empatía

c) Frente a la Complejidad, buscar la Claridad, simplicidad y sencillez en la ejecución

d) Superar la Ambigüedad con Agilidad (la capacidad de reacción ante lo que sucede es mas importante que la propia planificación)

Definitivamente no sabemos cómo será el futuro aunque si sabemos que estamos en condiciones inmejorables para transformar la forma en que hacemos negocios, la forma en como lideramos a las personas y la manera en como usamos el talento de nuestra gente.

Fuente: Coaching para tu Liderazgo

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