En un mundo de incertidumbre y cambio constante, en el que la niebla impide ver con claridad el camino a seguir pero al mismo tiempo se exige máxima agilidad en la toma de decisiones, la gestión de riesgos se ha convertido en algo crítico en la vida empresarial. Y hasta en la supervivencia de las empresas, cuya esperanza de vida se ha reducido drásticamente en los últimos años y ahora apenas supera los 17 años de media. Un factor que resta años a la longevidad de las empresas es una inadecuada gestión de los riesgos.
El entorno de alta volatilidad exige a las empresas más agilidad en la toma de decisiones y una gestión más eficiente y efectiva de los riesgos
La digitalización de la función de gestión de riesgos es un fenómeno tan reciente como relevante. Las empresas necesitan desarrollar una gestión de riesgos que mire al futuro. Que permita detectar síntomas, correlaciones y datos invisibles al ojo humano pero perfectamente detectables con las tecnologías disruptivas. Todo ello con el objetivo de llevar a cabo una gestión más sofisticada, precisa, eficiente y en tiempo real de los riesgos. Tanto de los riesgos convencionales como de los nuevos riesgos que están surgiendo con la innovación tecnológica. Riesgos que rara vez llegan solos, sino interrelacionados y con gran capacidad de destrucción si no se detectan y gestionan a tiempo.
En el informe completo, que puedes descargar abajo, se analizan al detalle las diferentes tecnologías, ventajas y aplicaciones de uso que cada una de ellas y en su conjunto aportan a la función de gestión de riesgos; la hoja de ruta que debe aplicarse para digitalizar la función y se analizan en detalle los riesgos que más preocupan a los CEOs empresariales.