Consultoría & Consultores

La aplicación de los conceptos de un sistema operativo de gestión a cualquier actividad que se deba desarrollar, mejora de forma sustancial la eficacia en su realización y los resultados de la misma. Para ello, se deben tener en cuenta diversos elementos:

  • Previsión. Estimar anticipadamente, de forma razonable y práctica, la envergadura de la actividad y la evolución futura de los hechos o factores que pueden influir en la misma.
  • Planificación. Evaluar, según la previsión, los recursos necesarios para la realización de la actividad,fijando objetivos operativos como son los plazos de realización y los estándares de calidad.
  • Programación. Ajustar la planificación global en intervalos cortos de tiempo, y detalladamente, con el fin de optimizar la ejecución.
  • Seguimiento de la ejecución. No dar por supuesto que todo sucederá según lo planificado, sino establecer los controles adecuados y hacer un seguimiento activo de la evolución de las acciones en marcha.
  • Evaluación de resultados. Medir los resultados parciales y globales obtenidos, contrastándolos con lo planificado, para identificar las desviaciones y analizar sus causas.
  • Establecimiento de planes de acción. Definir e implantar acciones correctoras para la mejora de las oportunidades identificadas.
  • Realimentación del sistema. Incorporar la experiencia obtenida y las mejoras definidas en el momento adecuado, para garantizar la mejora continua en el desarrollo de la actividad.

Todo ello debe realizarse basándose en la participación de todos los implicados, mediante reuniones operativas que aseguren una comunicación adecuada de los objetivos y de los resultados, y mediante el fomento de las iniciativas individuales para la mejora.