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¿Qué orden vamos a seguir en este artículo: «Humaniza los procesos de digitalización»?

  1. Imaginar para construir imaginando.
  2. La i.lógica del cambio continuo.
  3. Las personas en el centro de la digitalización.
  4. Proceso de humanización digital:
    1. Crear un equipo para el Proceso de Humanización Digital.
    2. Analizar en primera instancia lo que se desea digitalizar, por qué y para qué.
    3. Jornada de sensibilización (seminario, outdoor o similar) y presentación del PHD (Proceso de Humanización Digital)
    4. Encuesta y/o reuniones grupales para determinar los miedos, frenos y actitudes ante la digitalización y el cambio que supone.
    5. Formación y/o entrenamiento en cambio de actitudes.
    6. Formación sobre digitalización que se ha aplicado o se aplicará.
    7. Seguimiento de los cambios que se van produciendo y su mejora y/u optimización.
  5. Grupos y personas tras el coronavirus.
  6. El regreso a la frivolidad no va a ser fácil.

HPD: Humaniza los Procesos de Digitalización.

Quizás todo empiece como comienzan las grandes aventuras, basándose en una característica del ser humano; la curiosidad.

Ésta, había fraguado la posibilidad de escribir, compartir, conocimiento sobre una inquietud que había aumentado de una forma exponencial en los últimos meses debido a la situación de nuestro país: la digitalización de las empresas.

“Sí, debes estar actualizado en tu empresa o de lo contrario quedarás moribundo”.

Frase que se oía por todos los costados de la comunicación empresarial, como si de un nuevo dogma se tratara.

Un mensaje de correo fue el causante de esta historia de conocimiento.

Este mensaje iba dirigido a Ismael Quintanilla, prestigioso profesor de psicología que había marcado grandes hitos en la historia de la psicología.

Jose Enrique García e Ismael Quintanilla

Un profesor devoto de sus propios pensamientos basados en la libertad de expresión, el almacenaje continuo de experiencias que posteriormente te daban la posibilidad de narrar bajo el análisis que realiza el psicólogo.

Un compañero de viaje, quien me dio la oportunidad de abrazar la creatividad hace ya más de veinticinco años.

El otro destinatario es, David Quintanilla, hijo del profesor y que tenía su propio pensamiento divergente que le hacía excepcional en sus planteamientos.

Cauteloso en sus propuestas debido a su juventud, pero con el mismo afán y entusiasmo que había salido de su familia. Por encima de todo, de nombre David.

Y aquí un servidor, un consultor creativo que le inquietan las cosas que ocurren a su alrededor y que siempre estaba en proceso de cambio.

Pero la verdadera razón de este artículo, se debe al ser humano y su inquietud por ahondar en los pensamientos más difusos del creador con el interés de dotar de conocimientos a los tecnólogos.

Solo hizo falta un simple mensaje que decía algo así:

“¿Por qué las empresas se gastan tanto dinero en las implantaciones de software de gestión sin contar con las personas que lo van a utilizar?¿Por qué no se tienen en cuenta a las personas cuando hay que hacer implantaciones de software?

Os planteo un reto, escribamos juntos un artículo, que refleje la perspectiva del ser humano, de las personas.

Que explique la importancia de tener a las personas en el centro de dichos procesos.

Expliquemos como deberían tener en cuenta a las personas para que estos procesos que llevamos a cabo tengan éxito.

¿Os apuntáis al reto?”

La respuesta fue rotunda y fuimos construyendo las reflexiones que aparecen a continuación.

1. Imaginar para construir imaginando.

La imaginación siempre parece ir por delante, siendo una fuente inagotable de las habilidades de los seres humanos.

Hoy el teléfono móvil es un producto de uso generalizado que nos atañe muy directamente, afectando nuestros estilos de vida, nuestros valores, las nuevas formas del trabajo y nuestras tendencias y conductas sociales como consumidores.

Einstein tenía razón cuando afirmaba que la imaginación es más poderosa que el conocimiento.

En el libro “De la tierra a la luna” Julio Verne escribió algo así como que todo lo que una persona pueda imaginar, otras podrán hacerlo realidad.

También advirtió, en reiteradas ocasiones, que las creaciones de la ciencia superarían todo lo que él inventaba o imaginaba.

No ha sido el único en señalar esta facultad de los seres humanos. Carl Gustav Jung afirmaba que todo lo que se percibe próximo a nosotros, aparatos y artilugios humanos, empezaron como fantasías.

“Y la fantasía tiene su propia realidad. No debemos olvidarlo. La fantasía no es igual a la nada. No es un objeto tangible pero no deja de ser un hecho. Es una forma de energía aunque no podamos medirla. Es la manifestación de algo. Y eso es una realidad.” Carl Gustav Jung

Esa capacidad para imaginar y desarrollar las tecnologías creativas más variadas, representa una de las características más destacables de los seres humanos.

Teniendo por consecuencia los mayores logros pero también enormes tragedias.

Albert Einstein decía en una conocida y reiterada cita:

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis, es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.La creatividad nace de la angustia como el día nace la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.

En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

Albert Einstein.

Imaginemos de nuevo, visualicemos cómo vamos a implantar los software que deseamos, pues no se ponen en entredicho el beneficio de los mismos, sino la adopción por parte del humano.

Una adopción que debe ser lo más natural posible, lo más amable y cariñosa con los sentimientos de las personas, tratando que esta no suponga un trauma sino un reto de superación que de forma conjunta se consiga.