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Dentro de tres días comienza la vacunación masiva de chilenos y residentes, lo esperado es alcanzar las 100 mil inoculaciones diarias de media, ya han llegado 2 millones de dosificaciones y otros 2 están al caer.

En el primer trimestre se recibirán más de 10 millones de dosis de la vacuna Sinovac y 1.300.000 de Pfizer BioNtech. Otros 11 millones lo harán entre abril y junio, incorporándose Johnson& Johnson, Alianza Covax y Astra Zeneca. Al acabar el 2021 el país habrá recibido 35 millones. Población objetivo:15 millones. ¿Cuál de estas marcas es la mejor? Simplemente, “la que llegue primero”.

Seguro que este avance en la lucha contra el virus tendrá repercusiones en el apartado económico de forma casi inmediata en la mayoría de sectores con especial hincapié en el empleo. Hace un par de semanas veíamos que Standard & Poor's (S&P) pronosticaba a la patria austral un crecimiento de un 5,2% este 2021; Credit Suisse preveía un 5,5%, y ahora sumamos a la consultora británica Capital Economics estima un 6,5%. El argumento principal esgrimido como justificante de estas subidas sería el alto número de vacunas comprometidas por Chile con los diversos laboratorios que las ofrecen, dos de ellos ya tienen la autorización de entrada por parte del Instituto de Salud Pública y en breve se sumara el resto.


Además, para la segunda mitad del año la expansión de la economía debería volar más alto si el 80% pronosticado está vacunado. Lo más complicado aparece en el riesgo político, mencionan el proceso constituyente y el avance de candidatos populistas en las elecciones convocadas, eso sí, prevén que la moneda local se defenderá bien.

Saltemos ahora a la reciente visita a Chile del actual presidente de Argentina, Alberto Fernandez, después de casi un año de haber asumido el cargo, llama la atención la tardanza en reunirse si nos atenemos a que comparten más de 5.300 kilómetros de frontera común y las firmas chilenas han llegado a tener sobre los 20 mil millones de dólares de inversión en suelo argentino.

Durante su estancia fue recibido por el presidente Sebastián Piñera, mantuvieron una reunión privada, suscribieron un acuerdo y manifestaron interés en algunas materias como el cable submarino de fibra óptica que unirá a los chilenos con el Asia Pacífico o el gas argentino de Vaca Muerta para ser comercializado con compañías nacionales.


A los inversores locales la autoridad trasandina las invitó a permanecer en su territorio. En una conferencia de prensa indicó "Quiero que sigan apostando por el país, quiero que se queden", dijo.

Añadió, "hemos tenido unas muy buenas reuniones con los empresarios chilenos que tienen inversiones en Argentina. Obviamente, yo les explicaba que Argentina está viviendo un momento dificultoso del que no hemos podido salir. Y por lo tanto tenemos que ver la manera de salir en conjunto. Pero justamente, este es un año que puede ser muy bueno y los sucesivos también, de eso no tenemos dudas", apuntó el gobernante.

Una de las inversiones chilenas destacadas en Argentina está liderada por Cencosud tiene presencia en 18 provincias y en 127 municipios, la componen más de 330 tiendas y 16 centros comerciales y dan empleo a más de 20.000 trabajadores. En esta ocasión informaron de la apertura de nuevas plantas para la elaboración de carnes argentinas para la exportación.


Continuemos con los saltos. Entre los estudios más esperados por directivos y actores empresariales es el Índice de Percepción de Corrupción (CPI), elaborado por Transparencia Internacional (TI) referido a 180 países. La lacra de la corruptela termina siempre afectando a la sociedad entera.

De acuerdo al sondeo, Chile quedó posicionado 25° a nivel mundial situado en el grupo de los con un menor índice de corrupción, avanzando un puesto respecto al ranking elaborado en 2019. En América quedó tercero tras Canadá (11°), Uruguay (21°), y empatado con Estados Unidos. De 100 puntos considerados como lo perfecto, Chile sumó 67, permitiéndole superar a naciones como Taiwán, España, Corea del Sur e Italia y quedar muy próximo a Francia, Uruguay Irlanda o Japón.

Refiriéndose a Chile, comentan “ha fortalecido sus esfuerzos anticorrupción en los últimos años, pero aún no está haciendo lo suficiente en lo que respecta al soborno extranjero o la transparencia de los beneficiarios reales”.


Globalmente, el listado lo encabezan Nueva Zelanda y Dinamarca, siendo seguidos de cerca por Finlandia, Suiza, Singapur y Suecia. La relación de los diez primeros lo completan Noruega, Países Bajos, Alemania y Luxemburgo.

Los tenidos como más corruptos de los 180 analizados figuran Sudán del Sur y Somalia con 12, Siria con 14 y Venezuela y Yemen con 15. “Cerca de la mitad de los países llevan casi una década estancados en la misma posición dentro del índice, lo que sugiere que los esfuerzos de sus gobiernos para llegar a las causas primarias de la corrupción se han paralizado. Más de dos tercios tienen una puntuación por debajo de 50”, advirtieron desde TI.

Las puntuaciones del CPI 2020 de este año TI las relacionó fuertemente con la conducción de la pandemia de Covid-19. “El Índice de Percepción de la Corrupción 2020 revela que la corrupción está socavando los sistemas sanitarios y contribuyendo al retroceso democrático”, sostuvo la organización. Añadieron “los países con buenas puntuaciones en el Índice invierten más en sanidad, tienen más capacidad de proporcionar cobertura sanitaria universal y son menos propensos a vulnerar las normas e instituciones democráticas o el estado de derecho”.

Como síntesis final, el Índice busca identificar “los sistemas y redes que permiten la corrupción», mediante la petición de «políticas y leyes para cambiar el sistema y construir coaliciones para impulsar el cambio nacional, regional y global».

Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.

Fuente: Wolf y Pablo Consultores S.L.

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