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En Wuhan, en pleno pico de la pandemia, doce robots se deslizaban por una sala de hospital. Sus principales tareas incluían tomar la temperatura, servir comidas y desinfectar las instalaciones. De esta manera, los pacientes recibían la atención médica necesaria, los trabajadores se distanciaban del contagio y las salas eran más seguras para trabajar. Más que una mejora como consecuencia de la automatización, los robots estaban salvando vidas.

El avance de las telecomunicaciones y, en concreto, la red 5G, ha hecho posible esta espectacular historia. Sin la velocidad, fiabilidad y calidad del 5G, gestionar una flota de robots sería inimaginable.

Lo más importante de este progreso es que las redes 5G podrían transformar y mejorar todos los elementos críticos de la atención médica. Un tema especialmente importante hoy en día, ya que la propagación del coronavirus ha ejercido una presión sin precedentes en los sistemas sanitarios de todo el mundo. Las funciones del 5G podrían resultar valiosas en muchas áreas de la atención médica, incluida la telemedicina, de cuyas ventajas ya hablamos, la cirugía remota, la transferencia de grandes archivos médicos, el seguimiento de los movimientos de los pacientes dentro de las instalaciones, el uso de dispositivos portátiles para monitorizar a tiempo real y la entrega continua de información y apoyo a los pacientes.

Las redes 5G podrían transformar y mejorar todos los elementos críticos de la atención médica

En resumen, el 5G proporciona conectividad y hace posible un nuevo ecosistema de salud capaz de satisfacer las necesidades de los pacientes y sanitarios de manera precisa, eficiente, conveniente, rentable y a una escala sustancial.

¿Qué diferencias presenta el 5G frente al 4G?

En el contexto de la pandemia del COVID-19, se ha prestado mucha atención al potencial del 5G para respaldar los servicios de telemedicina o las visitas al médico realizadas por ordenador, que son útiles cuando se requiere distanciamiento físico o cuando los pacientes se encuentran lejos de las instalaciones de las consultas o centros de salud. La infraestructura del 4G ya permitía las sesiones básicas, uno a uno y de bajo contacto. El 5G, además, ofrece el potencial de hacer avanzar estas interacciones agregando sensores y realidad virtual a las teleconferencias, permitiendo a los trabajadores de la salud monitorizar a distancia los signos vitales durante las llamadas.

Además, debido a que el 5G puede transmitir paquetes de datos de gran tamaño, es posible realizar pruebas a pacientes para detectar cambios en el ritmo cardíaco, el azúcar en sangre y la presión arterial, varias veces al día, utilizando escáneres conectados a la nube. Estos avances, a su vez, desbloquearán más conocimientos sobre la salud diaria de los pacientes.

¿Cómo va a transformar el 5G la medicina?

A medida que el uso de 5G en la atención médica aumente, con sus aplicaciones impulsadas por los avances en robótica, el Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial, un nuevo ecosistema de atención médica conectada tomará forma. Este ecosistema se alineará con una idea relativamente reciente conocida como medicina 4P: Predictiva, Preventiva, Personalizada y Participativa.

  • El nuevo ecosistema de salud podrá predecir mejor los riesgos para los pacientes gracias al flujo constante de datos. Al mismo tiempo, facilitará la advertencia temprana de patologías de los pacientes y los sanitarios podrán responder con el tratamiento antes de que empeore. En este caso, el 5G no será fundamental en el proceso predictivo, pero apoyará la conectividad y el ecosistema que recopila, analiza y comparte los datos.
  • Ser predictivo aumenta la capacidad de tomar medidas preventivas. La capacidad de rastrear con precisión la ubicación y la proximidad de un gran número de personas que utilizan aplicaciones de teléfonos inteligentes. Hecho especialmente relevante en el contexto del brote de COVID-19. Durante un contagio, estos datos pueden iniciar alertas e intervenciones individualizadas para combatir la propagación del virus.
  • Monitorizar constantemente la salud a tiempo real a través del 5G permite personalizar la atención médica. El personal sanitario puede usar Internet táctil para examinar de manera remota a los pacientes que no pueden acudir al centro de salud.
  • El 5G permitirá a los pacientes estar más comprometidos con su atención médica. Les ayudará a gestionar su bienestar, los diagnósticos y tratamientos, y mejorará su calidad de vida y sus resultados médicos. Al mismo tiempo, reducirá los costes generales en el sistema sanitario. Comprometerse activamente en la salud es más económico.

El desafío de la privacidad

Para aprovechar todo el potencial de las redes 5G en el ámbito sanitario la seguridad de la red y la privacidad de los datos son primordiales. Los registros médicos de una persona son muy sensibles. Y para que los pacientes y los participantes en la cadena de valor de la atención médica utilicen libremente, sin temor al robo de datos, programas de comunicaciones avanzadas para interacciones y actividades de atención médica, las redes 5G deben protegerse de los intrusos cibernéticos.

El informe 5G in healthcare aborda tres procedimientos en la estrategia de ciberseguridad y privacidad para las redes 5G utilizadas en la atención médica: enfoque de confianza cero, cifrado universal y organización por Inteligencia Artificial.

La pandemia nos ha recordado cómo de importante y frágil puede ser nuestro sistema sanitario frente a grandes desastres naturales. El 5G podría transformar la sanidad catalizando la aparición de un nuevo ecosistema. La atención médica estará más conectada, será más inteligente y más eficiente en el uso de los recursos de los sistemas actuales. De todas formas, el éxito de las aplicaciones habilitadas para el 5G dependerá de lo que los pacientes necesiten y quieran.

Leticia Rodríguez

Socia responsable del sector Sanidad y líder de Consulting en el sector Farma