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Más del 50% de las empresas turísticas invierten entre el 1 y el 4% de su facturación en innovación, lo que supone una consolidación de la inversión a niveles similares a los del resto de sectores

La apertura de procesos de co-creación con clientes, el establecimiento de vínculos a través de las redes sociales y la inversión en estructura, principales tendencias de desarrollo de la innovación en las empresas turísticas españolas, según el Informe “Estado de la Innovación Turística en España 2017” elaborado por ESADE junto con Deloitte y el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH).

Se normalizan las inversiones en innovación en turismo

El análisis revela que más del 50% de las empresas turísticas invierten entre el 1 y el 4% de su facturación en innovación. Se trata de un promedio normalizado respecto al resto de sectores de la economía española, además crece el porcentaje de empresas que invierten menos del 1% (entre 2012 y 2016 ha pasado del 14,6% al 25,1%), muchas de las cuales invierten por primera vez en innovación. El informe también subraya que, en menos de cuatro años, el porcentaje de los que innovan y desean acelerar el proceso pasa del 34 al 44%, mientras el de los que no innovan y no tienen interés en iniciarse se reduce del 35 al 27%.

Clientes y empleados, principales fuentes de innovación

Clientes y empleados son las principales fuentes de innovación para las empresas turísticas, por delante de los proveedores, los distribuidores, el canal y los competidores. La distancia se amplía respecto a los creadores de tendencias, las start-ups, las administraciones públicas y las universidades.

Por otra parte, las empresas encuestadas aseguran que la innovación es relevante para mejorar la tecnología que ofrecen al cliente, aumentar el número de los clientes y para mejorar la imagen.

Las start-ups turísticas, las más rápidas en monetizar

La mayoría de los emprendimientos del sector se caracterizan por una baja inversión, que se rentabiliza a muy corto plazo. Según los resultados de la encuesta, el 63% de los proyectos requirieron entre 3.000 y 20.000 euros, y solo el 8%, más de 100.000 euros.

Este dato facilita que el turismo sea el sector con las start-ups más rápidas en entrar en el mercado y en monetizar. Sigue llamando la atención el corto espacio de tiempo que media entre el nacimiento de la idea emprendedora en turismo y la entrada en el mercado: el 74% de los encuestados necesitaron menos de un año para empezar a obtener beneficios; y el 12%, entre uno y dos años.

Facilidades y obstáculos para emprender

Según los resultados de la encuesta, los principales facilitadores para emprender son el mentoring, la formación y la asistencia a seminarios y congresos, en un 70% de los casos. Le sigue la capacidad de liderazgo y trabajo en equipo (59%); y la de comunicación (42%). El principal obstáculo sigue siendo, para casi la mitad de la muestra (46%), la ausencia de apoyos oficiales; seguido por la falta de conocimientos empresariales (27%) y el miedo al fracaso (26%).