Consultoría & Consultores

Los datos demográficos actuales son abrumadores y se perciben como una fuerza cuya dirección y aceleración se oponen frontalmente a la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario. El análisis del panorama es demoledor: en 2017 asistimos a más fallecimientos que nacimientos. Asimismo, desde principio de siglo hemos envejecido 4 años, llegando a los 44 años de media en menos de dos décadas. Envejecemos a un ritmo trepidante.

Los datos revelan que la edad es un dato fundamental en la distribución de la inversión sanitaria. Entre los 15 y los 44 años el coste sanitario per cápita se establece en 230 euros mientras que este valor se dispara a los 1255 euros a partir de los 75 años.

En este contexto, necesitamos medidas que favorezcan la prevención, la eficiencia y la eficacia de la gestión sanitaria. Es aquí donde la tecnología se erige como elemento imprescindible en la resolución de esta encrucijada.

Gracias al Big Data podemos acelerar el sueño de una medicina personalizada. En el año 2000, por ejemplo, la secuenciación del genoma humano costó cerca de 90 millones de euros y nueve meses de trabajo. Hoy, este mismo proceso lleva menos de 15 minutos y ronda los 1.800 euros.

Nuevas tecnologías aplicadas al sector salud

Conjugar las tecnologías cloud y blockchain deben facilitar el apoderamiento de nuestro propio historial médico. La posibilidad de cumplimentarlo con actos médicos, compartirlo con centros hospitalarios –públicos o privados– y consultarlo en cualquier momento y soporte deben permitir la reflexión de quién es el responsable de los datos sanitarios, así como la interoperabilidad entre los diferentes actores del sistema.

El Smartphone es sin duda un gran aliado en la lucha contra la falta de adherencia y en la prevención de la enfermedad. Los sistemas de gestión del tratamiento a través del móvil fomentan actuaciones saludables, generando recordatorios de consumo y sugiriendo y poniendo a disposición del paciente tutoriales de uso.

Por otro lado, las redes sociales constituyen una herramienta clave en la divulgación de campañas de prevención tremendamente eficientes tanto de comportamiento saludable como de vacunación.

Los avances tecnológicos nos facilitan nuestra vida en todos los aspectos. No cabe duda. Sin embargo, no podemos omitir la cuestión central: ¿Por qué el sistema sanitario español no lidera una disrupción tecnológica que favorezca su sostenibilidad?

Barreras en el entorno sanitario

En primer lugar, existen barreras de diferente naturaleza que dificultan la extensión masiva de las disrupciones tecnológicas en el entorno sanitario. Para superar este parapeto, reconocido como `hipoteca tecnológica´, el sector salud necesita fuertes inversiones en tecnologías que permitan transformar las arquitecturas cerradas hacia tecnologías abiertas en cloud para facilitar su acceso a disrupciones digitales, a la penetración de la movilidad, al uso extensivo del Big Data, etc.

Posiblemente, en este aspecto es donde más hayamos avanzado. No obstante, debemos hacer hincapié en las barreras humanas, es decir, en aquellas que dependen de la voluntad de transformación de los diferentes jugadores del sector. En este sentido las causas pueden ser varias: falta de acuerdos institucionales, necesidad de mayor liderazgo por parte de las diferentes administraciones públicas o privadas y, en última instancia, porque el propio ciudadano no percibe el valor diferencial del uso de las nuevas tecnologías en la gestión de su salud.

Hoy contamos con los medios para garantizar la sostenibilidad del modelo sanitario, uno de los pilares de nuestro Estado de Bienestar. Pero, ¿tenemos la voluntad y la capacitación de los todos los agentes en los diferentes ámbitos de responsabilidad para afrontar esta transformación? ¿En cuántos programas o agendas estratégicas aparece dicha transformación enunciada? Nos queda un gran camino por recorrer en cuanto a la disrupción tecnológica aplicada al sector. Y cada día que pasa sin acometer esta transformación son millones de euros que alejamos de la sostenibilidad futura del sistema sanitario español.

Mario de la Peña, socio de Deloitte Digital