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El sector energético, como el resto de sectores de nuestra economía, se transformará por las denominadas tecnologías exponenciales, y son las startups quienes jugarán un papel clave en el proceso de innovación. En los últimos años, están desarrollándose una serie de tendencias y avances tecnológicos que prometen modificar radical e irreversiblemente el sector energético tal y como lo conocemos en la actualidad. La creciente preocupación de la sociedad por el impacto -cada vez más notorio- de la contaminación atmosférica y del cambio climático; el desarrollo de las tecnologías energéticas -como la solar fotovoltaica, que ha reducido sus costes un 80% en los últimos 5 años y es más competitiva que las tecnologías convencionales, o el almacenamiento de electricidad, que los ha reducido más de un 60% en ese mismo periodo, así como la aparición de nuevas herramientas digitales, como la inteligencia artificial, el “internet de las cosas” o el Blockchain están generando un ecosistema en el que las startups están encontrando cada vez más huecos en el mercado para el desarrollo de sus nuevos modelos de negocio y oportunidades.

Existen startups que pretenden sustituir el servicio que, históricamente, han suministrado las compañías energéticas tradicionales, ofreciendo a los clientes la posibilidad de ser ellos mismos los generadores y gestores de la energía. En este sentido, empresas como Sonnen fabrican e instalan sistemas de almacenamiento eléctrico interconectados dentro de una comunidad lo que, junto con la instalación de paneles fotovoltaicos en tejados u otra fuente de energía descentralizada, impulsan un modelo de generación más descentralizado. También existe la posibilidad de participar en una comunidad de generación. En esta línea, compañías como Nexamp permiten a usuarios particulares ser accionistas de una planta de generación solar compartida y recibir dividendos en forma de energía. Otras iniciativas facilitan el acceso a la movilidad eléctrica. De este modo, compañías como Blockcharge o Sharge permiten que cada enchufe pueda ser utilizado como un punto de recarga disponible para cualquier vehículo. Están basadas en tecnología blockchain. También existen nuevos servicios alrededor del suministro de energía tales como proveer información sobre el consumo -startups como Drift o Bidgely analizan el consumo de los clientes mediante algoritmos de inteligencia artificial para optimizar la factura energética a los usuarios- o permitir la gestión del consumo de manera remota -por ejemplo Nest Labs o Smartthings, fabricantes de dispositivos para el control del hogar a través del teléfono móvil, tales como termostatos inteligentes o sistemas de control de la iluminación.

En este nuevo panorama que se presenta, las grandes compañías energéticas tienen ventajas clave, como la sólida capacidad financiera y, lo que es más importante, la información sobre los hábitos de consumo de energía de la gran mayoría de los clientes. Las startups representan una oportunidad para estas compañías de adaptar sus modelos de negocio a las nuevas necesidades de los usuarios y a la evolución de las diferentes tecnologías, lo que explica que la gran mayoría de las empresas energéticas impulsen una colaboración activa con emprendedores y startups para capturar este torrente de innovación que las startups generan.

Alberto Amores, socio de Consultoría Estratégica de Energía y Recursos de Monitor Deloitte