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Quién no ha oído hablar de la tecnología blockchain en los últimos meses? Cuando oímos hablar de blockchain a la mayoría nos viene a la cabeza los bitcoins y el “mining” o minado de moneda pero esta es solo una de las muchas aplicaciones de esta tecnología. Blockchain es una nueva arquitectura que ha revolucionado la forma de entender las redes. En un enfoque tradicional de redes era la institución central, el banco central, siguiendo la analogía de una moneda o transacción bancaria el que validaba el intercambio entre individuos y la veracidad de la información. Hoy en día, con la tecnología blockchain, las transacciones ya se pueden realizar entre individuos en un esquema 1 a 1, de par a par, simplificando y acelerando procesos y reduciendo los costes de las transacciones.

Qué es la tecnología blockchain?

La tecnología blockchain es una nueva estructura de redes cuyos integrantes (nodos) reciben datos que pueden o no validar, una vez validados estos datos se ingresan al libro contable (base de datos de transacciones distribuidas a lo largo de toda la red) en bloques ordenados de forma cronológica, de manera que es imposible borrar una serie de datos sin ser percibido por la red. La base de esta nueva tecnología es la transparencia y la ausencia de una supervisión centralizada.

Un tipo de red para cada uso

El esquema de red de la tecnología blockchain se puede adaptar a diferentes necesidades y existen varios tipos de redes dependiendo quién puede leer y validar la información. Enumeramos a continuación los diferentes tipos ordenados de mayor a menor transparencia:

  • Blockchains públicos: en este tipo de entornos todos los integrantes pueden ver y validar la información de forma anónima, no se necesitan permisos de ninguna clase. Los dos ejemplos más conocidos de redes de blockchains públicos son el Bitcoin y Ethereum.
  • Blockchains de consorcio: este tipo de red se gestiona por un grupo de corporaciones que se definen previamente, siendo el derecho de compartir y leer la información público o privado. Son de uso común en entornos de negocio.
  • Blockchains semiprivados: se gestionan desde una única empresa o institución, no está realmente descentralizado pero son especialmente útiles para aplicaciones gubernamentales o de B2B.
  • Blockchains privados: utilizados como entorno de prueba, solo una organización participa de esta red, validando y leyendo los datos, completamente centralizado.

IoT y blockchain, un mundo de posibilidades

Uniendo estas dos megatendencias tecnológicas las posibilidades son infinitas, si con IoT los dispositivos electrónicos son dotados de conectividad, la tecnología blockchain los convierte en protagonistas, capaces de comunicar y almacenar los datos recopilados en sus sensores, sin necesidad de intervención humana. Hay beneficios adicionales, se formarían redes seguras entre los dispositivos conectados donde las pérdidas de información serían rápidamente percibidas. Por otro lado, los dispotivos de IoT crearán una demanda creciente de espacio para el almacenamiento de datos que si se gestionasen de manera centralizada podrían llegar a colapsar o a incrementar innecesariamente los costes de almacenamiento, la tecnología blockchain podría solucionar este problema debido a la estructura descentralizada de su red.

Qué puede ofrecer en un futuro próximo la tecnología blockchain a tu negocio?

  • Aceleración de los procesos: al descentralizar el intercambio de información o datos, los procesos no dependerán más de los horarios de oficina o de la aprobación de un solo integrante de la red para comprobar la veracidad de la información, entre otros.
  • Transparencia y seguridad: todos los integrantes de la red blockchain podrán ver la información que se intercambia, junto con su arquitectura de construcción se dificulta el fraude y la posibilidad de que alguien hackee la cuenta. Por otro lado, aunque tu red de información se cayera si uno solo de los nodos de tecnología blockchain que la componen se mantuviera, la información se mantendría.
  • Reducción de intermediarios: la información y las transacciones serán posibles de hacer de par a par sin la necesidad de pasar por intermediarios como notarios, bancos centrales, etc.
  • Contratos inteligentes: la propia estructura de la tecnología blockchain abre la posibilidad de ejecutar contratos que se pueden actualizar ellos mismos en base a determinados parámetros, un ejemplo simple sería un paquete que se enviase automáticamente cuando se anotase un pago, sin necesidad de intermediarios, muy útil por ejemplo en el sector de logística o de importación/exportación.

Como habéis podido comprobar las posibilidades de la tecnología blockchain son infinitas y su avance es imparable. En los próximos años veremos cómo su uso extiende no solo a bancos y áreas financieras sino a todos los sectores de la economía.