Consultoría & Consultores

Antes de iniciar la lectura, consideramos interesante transmitiros que en este espacio no pretendemos debatir si estamos o no de acuerdo con los diferentes artículos que encontramos diariamente publicados a través de la red, pero sí entendemos que nuestra misión y objetivo es informar sobre Business Intelligence y, por tanto, siempre desde el respeto, hoy queremos comentar una opinión publicada al respecto.

Hace unas semanas leíamos un post titulado “¡El Business Intelligence ha muerto viva la inteligencia empresarial“, un contenido que nos pareció algo arriesgado y polémico, por lo que nos resultó interesante darle difusión a través de nuestras redes sociales y ver qué pensaban nuestros seguidores.

Así pues, no tardamos en recibir comentarios de expertos del Business Intelligence como Álvaro Puentes Mancada, Business Intelligence Project Manager en EMPRESAS ARIZTIA, Alejandro Cuevas Rivero, SubGerente de Business Intelligence en O”atech o Antonio Alonso Piñero, Business Intelligence Consultant/Project Manager, entre otros. Podéis leer sus comentarios en este enlace.

La tesis en la que se basa el artículo defiende que el BI sólo trabaja con datos internos de la empresa, mientras que la inteligencia empresarial va más allá, puesto que incorpora también datos externos. El autor defiende y argumenta la diferencia entre Business Intelligence e intelligencia empresarial, considerándolas como dos disciplinas distintas. Nos dice lo siguiente:

(…)De esta forma tenemos que la inteligencia empresarial es la suma de dos disciplinas:
La inteligencia de negocio o business intelligence que se ocupa del ámbito de información interno
La inteligencia competitiva que se ocupa del ámbito de información externo o del entorno competitivo

En nuestro caso, queremos recordar la definición de Business Intelligence que nos ofrece Gartner:

“Business Intelligence (BI) es un término que incluye las aplicaciones, infraestructura y herramientas y mejores prácticas que permiten el acceso a y análisis de información para mejorar y optimizar las decisiones y el rendimiento”.

En ella, en ningún momento se hace referencia o se discrimina entre información externa e interna, sino que, más bien, queda totalmente abierta en lo que respecta al tipo de información a analizar, haciendo hincapié en el acceso y análisis para la mejora de la toma de decisiones.

Por otro lado y siguiendo con el análisis, el autor del artículo dice que “no podemos hablar de inteligencia empresarial cuando sólo nos ceñimos a la información producida en el ámbito interno de la organización“, una afirmación que puede ser cierta pero que nada tiene que ver con el BI. Ceñirse o no a este tipo de información no es algo que condiciona la herramienta de Business Intelligence, sino algo que decide la propia organización. Las herramientas de BI no discriminan la información por ser externa o interna.

Por tanto, podemos afirmar que BI e inteligencia empresarial son términos equivalentes y, sin duda, que el Business intelligence no ha muerto, sino que ha llegado para quedarse.