Consultoría & Consultores

Somos dueños de nuestro destino… SI… pero cuando nos suceden cosas que no acertamos a explicarnos y que nos dejan confusos y “malheridos” no nos acordamos de esa frase… nos empezamos a preguntar una y otra vez …“·¿por qué a mí?”… “¿por qué ahora?”.  Empezamos a sentirnos mal por fuera y por dentro… nuestras emociones se adueñan de nosotros y toman las riendas de nuestras actuaciones… y nos enfadamos, pataleamos, lloramos,nos quejamos, nos bloqueamos… Y nada de eso nos sirve!! En el mejor de los casos solo para estar si cabe más enfadados o más de lo que sea que no queremos estar…

Es posible que no todos estéis de acuerdo en lo que afirmo a continuación pero… yo creo que las cosas en la vida nos pasan para que aprendamos algo que necesitamos   cada uno de nosotros de cada una de ellas… y que siguen sucediendo hasta que lo aprendemos o cuando menos hasta que nos damos cuenta. Ciertamente es un aprendizaje duro… no conozco a nadie a quien le guste aprender de la adversidad voluntariamente… pero si conozco a personas que saben cómo usar esa adversidad para salir reforzadas de cada una de ellas… para aprender algo nuevo que les abre otras puertas a futuro. Y la buena noticia es entonces que… ¡Se puede hacer!…

Y para que puedas tú también hacerlo si te encuentras en uno de esos momentos de “adversidad” te comparto algunas preguntas que creo pueden serte de utilidad para encontrar otra perspectiva de la misma situación:

- ¿cuáles son los hechos de la situación? (que está pasando de forma objetiva)

- ¿qué me estoy contando yo sobre lo que está pasando?… (separa tus pensamientos negativos de los hechos)

- ¿de lo que pasa… de qué puedo hacerme cargo y de qué no puedo?… (solo ocúpate en aquello que si puedes gestionar)sobre lo que puedo gestionar

- ¿qué otras acciones podría tomar?

- ¿que hay en esta situación que puede servirme de aprendizaje?

 Y lo más importante...si lo consideras un error… ¡Perdónate! porque los errores son humanos y es la forma que tenemos de aprender y de crecer y avanzar. Y en cualquier caso… aprende a aceptar la situación y desde esa posición de “no reactividad”…ponte manos a la obra sobre qué puedes hacer a partir de ese momento.

Begoña Pabón