El capital riesgo o capital privado -en inglés, Private Equity– es una actividad desarrollada por compañías especializadas que aportan recursos financieros de manera temporal a otras empresas -no cotizadas y con un gran potencial de crecimiento-, a cambio de una participación accionarial -mayoritaria o minoritaria-.
La capacidad de inversión de estas compañías está fuera de toda duda y, en la actualidad, se encuentra en los niveles más altos de la historia: a mediados de 2019 las firmas de capital privado contaban con cerca de 2,5 billones de dólares disponibles para poner en otras empresas y proyectos. Sin embargo, en términos generales, las rentabilidades de sus inversiones ya no son la de antes. Entre 2009 y 2017, el retorno medio de las operaciones de capital riesgo realizadas en EE.UU. y Europa ha caído un 45%, y aquellas con rendimientos de dos múltiplos o más -han multiplicado por dos el dinero invertido- son ya muy escasas, menos del 5%.
Para analizar este fenómeno, en PwC hemos elaborado el informe ‘Private Equity, Creating Value beyond the Deal‘, realizado a partir de entrevistas con 100 compañías de capital riesgo en todo el mundo y hemos llegado a la siguiente conclusión. A la hora de gestionar sus participadas, las firmas de capital riesgo, tradicionalmente, han centrado una buena parte de sus esfuerzos -no todos-, en el control y la reducción de costes. Sin embargo, en el contexto actual de los negocios, este enfoque ya no es suficiente.
Las compañías de capital riesgo deben gestionar las empresas en las que invierten poniendo más foco en la generación de ingresos y no, solamente, en los costes.
Para conseguir alcanzar las rentabilidades que esperan los inversores, las compañías de capital riesgo deben gestionar las empresas en las que invierten poniendo más foco en la generación de ingresos y no, tanto, en los costes. Según el informe, en la actualidad, el 70% de las operaciones de capital riesgo llevan consigo procesos de reducción de costes, pero solo el 45% se centran, además, en la generación de ingresos. De hecho, las respuestas de los directivos del sector entrevistados revelan que el 70% de las compras más rentables protagonizadas por firmas de capital riesgo, fueron aquellas que se centraron también en el ámbito de los ingresos.
Retorno medio (múltiplos) de las operaciones de capital riesgo
en EE.UU. y en Europa, 2007-2017
La diferencia entre una buena operación de capital privado y una operación extraordinaria es cuando, además de mejorar la eficiencia operativa de la compañía en la que se adquiere una participación, se potencia el nivel y la calidad de los ingresos. En este sentido, el documento destaca el papel que los nuevos y sofisticados análisis de datos pueden jugar a la hora de impulsar la creación de valor de las compañías participadas por firmas de capital privado. Especialmente, en los ámbitos relacionados con las ventas, la fijación de precios y el seguimiento y control de los márgenes, entre otros muchos.
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Pero, además de poner el acento en la generación de ingresos, el estudio recoge otros aspectos sobre los que las firmas de capital riesgo deben de trabajar para optimizar sus inversiones cuando entran en otras compañías:
Socio responsable de PwC Deals - Global, EMEA y España