Consultoría & Consultores

Estamos justo pasando el ecuador de esta serie de 10 Consignas Básicas del Líder del Siglo XXI. No me cansaré de recordar que la premisa básica de toda la serie es siempre la misma: ejercer el liderazgo es como una filosofía de vida, una serie de actitudes y comportamientos que terminan por ser parte de su identidad.

A modo de repaso hasta hoy hemos analizado las 5 primeras reglas:

  1. Conócete a ti mismo
  2. Nutre a tu comunidad en el lugar de trabajo
  3. No malgastes tu energía en cosas que no puedas cambiar
  4. Abraza siempre la verdad.
  5. Vive de acuerdo a un código superior

No es de extrañar, por tanto, a la vista de estas 5 primeras reglas, que la regla número 6 se identifique intrínsecamente con la persona del líder.

Sexta Consigna del Líder del Siglo XXI: El carácter es el destino

El principio es básico: el liderazgo empieza dentro de uno mismo, no fuera. De hecho estamos hablando de un enfoque en el que no cabe la fatalidad, en el que el "destino" no está escrito, sino que cada uno de nosotros puede forjar su destino con su carácter, con sus decisiones y acciones. No somos meros pasajeros a merced de las olas en un barco... podemos definir qué rumbo queremos tomar.

El líder se posiciona como un agente de cambio activo con sus comportamientos y acciones. El líder pone su propósito, su voluntad y su decisión al servicio de su visión y marca el camino por donde quiere transitar. El líder marca su destino con la elección de sus valores (y la puesta en práctica coherente de los mismos), con las prioridades que se marca y con el código por el que decide regirse.

Tu carácter como persona influye directamente en tu destino como directivo y como líder. Y es por eso que resulta tan importante cultivar un buen carácter, que en términos generales, viene determinado por:

* reconocimiento y respeto por los derechos de los demás

* código de conducta de integridad y lealtad

Esto solo nos será posible si decidimos invertir tiempo y energía en evaluar y desarrollar nuestro potencial como seres humanos auténticos. Solo desde la comprensión propia, podemos aspirar a comprender e inspirar a otros. Y la recompensa a este duro trabajo de auto conocimiento suele ser un carácter bien formado.

Hasta ahora, y con estas primeras 6 reglas podríamos extraer la conclusión de que las pautas para un líder son básicamente 3:

* su carácter determina el destino de su compañía u organización

* el carácter de un verdadero líder es el resultado de una filosofía de vida cuidadosamente elaborada

* la filosofía de una líder está y debe estar constantemente presidida por consideraciones éticas.

Todo ello es necesario porque le permite al líder contagiar claridad a otros que quieren verse en ese mismo espejo; le aporta reflexión y autoridad ganada y le permite sentirse cómodo con sus acciones y sus todavía "cosas por descubrir"... Este lider es fruto de un proceso continuo de auto evaluación y mejora constante, no sucede por casualidad ni de un día para otro. Este líder quizás necesite más tiempo para que se le reconozca y quizás tenga que luchar algo más, pero solo este tipo de perfil está preparado para ganarse la lealtad y credibilidad de sus colaboradores, lo que en este siglo que nos ha tocado disfrutar, es una de las claves para la sostenibilidad de las organizaciones.

Lo cierto es que si la meta es el éxito personal y profesional hay 2 formas de triunfar: la fácil y la difícil. La fácil suele relacionarse directamente con la negación de principios y/o de integridad que reporta beneficios rápidos pero a la larga provoca efectos poco deseables sobre el propio líder y por ende, sobre la organización. En cambio, la difícil, que tiene como eje básico la integridad, asegura un éxito a largo plazo (aunque a veces cueste más mantenerse en esa postura).

Un ejecutivo que se abre camino a hachazos es considerado tóxico para la empresa y no genera empatía alguna; en cambio una persona precedida por una imagen de integridad, transparencia y sinceridad se ganará la credibilidad de los otros y tanto sus superiores como sus colaboradores querrán estar próximos a él/ella, y además, como ya he dicho, suscita una entrega y lealtad genuina que son de gran valor para la empresa.

¿Eres tu una de estas mujeres o uno de estos hombres?...

Begoña Pabón

Fuente: Coaching para tu Liderazgo

Source