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La transformación digital por parte de las empresas es un proceso que se ha visto acelerado durante los últimos tres años y más concretamente a partir de la pandemia mundial. En esta transformación viene implícita la automatización de muchos procesos en las organizaciones. Según el último pronóstico de agosto de Gartner, este 2022 ha terminado con un aumento del 19,5% de la inversión de los usuarios en software de automatización robótica de procesos (RPA) y se espera que siga creciendo en 2023, con un crecimiento interanual del 17,5%.

Asimismo, la consultora especializada McKinsey, revela que hasta el 50% del trabajo que se realiza hoy en día podría ser automatizado en un futuro, y estima que al menos el 65% de las empresas tienen algunos flujos ya automatizados. Es por ello, que las empresas que deseen ser más competitivas seguirán apostando por estas herramientas durante los próximos años.

En ABAST hemos reparado en la notoria tendencia a la robotización de procesos, y cada vez más clientes nos demandan soluciones de automatización que les ayuden a minimizar errores, ser más eficientes y poder centrarse en aquellas tareas para las que sí son realmente necesarias las habilidades humanas.

Puntos clave para el éxito de la automatización

  • Definición de la estrategia. Identificar los procesos susceptibles a ser automatizados será el primer paso. Empezar por aquellos que sean más sencillos y en los que la implementación del robot vaya a ser fácil, pero que a su vez demuestren un alto retorno de la inversión (ROI). Una vez familiarizados con los robots podremos extender la automatización a procesos de mayor tamaño y más complejos en los distintos departamentos de la organización. Llegados a esa madurez, podríamos llegar incluso a proporcionar un robot para cada empleado. Su implementación, si es paulatina, será más eficiente.
  • Proceso activo. Partir de la base que un proyecto de RPA siempre irá evolucionando. Las empresas se enfrentan todos los días a dinámicas de mercado versátiles, marcos regulatorios cambiantes y a innovaciones tecnológicas que pueden alterar la automatización implantada. Es por ello que hay que poner en valor aquellas soluciones que puedan aprovechar la inteligencia artificial y explotar todas las posibilidades que la automatización inteligente proporciona.
  • Monitorización y control de calidad. Establecer métricas y unos KPIs relevantes será crucial para determinar si se están cumpliendo los objetivos marcados y cuantificar los beneficios que la automatización está aportando. Valorar, de forma periódica, el buen hacer de nuestros robots nos servirá, no solo como base para futuras mejoras de procesos, sino para descubrir nuevas acciones capaces de ser automatizadas.

Apostando por soluciones RPA inteligentes: UiPath

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